27 enero 2007

La absurda exclusividad de las marcas

Otra de las situaciones anecdóticas-esperpénticas que tuvimos que sufrir fue la exclusividad. ¿De qué va eso? Les explico, estimados lectores. En el supercompetitivo mundo de la informática personal, en el cual, cada vez (sobre todo en los años de mi narración: 1998-200x) los márgenes comerciales eran menores, mi jefe supuso que para sobrevivir, teníamos que ser diferentes. Ya no sólo dando servicios que no se cobraban, sino buscando marcas desconocidas que nos pudieran dar el toque especial y diferenciador. Hasta ese momento habíamos trabajado con placas base de marca "wanchinchun" y con otras más conocidas. A partir del Pentium II, las más conocidas dieron ciertos problemas, así que cambiamos de marca principal. En un ordenador hay muchas cosas importantes, pero una buena placa base puede significar tener un equipo productivo o un PC lleno de problemas. Las nuevas placas pertenecían a una marca del lejano oriente, no muy conocida entonces. Esa era nuestra apuesta. Ese fabricante con el tiempo fue ampliando su oferta hacia otros componentes, de forma que llegó un momento en que nuestros equipos estaban ensamblados en buena parte por materiales de ese proveedor. Claro, como marca rara que era tenía sus más y sus menos, y además en una disciplina donde cada vez más los clientes se podían informar y ver comparativas y precios, se convertía en un problema intentar vender un ordenador con unas piezas de una marca que nadie conocía y más cuando el cliente lo que quería era cosa. Esto nos supuso cierta pérdida de clientes. La apuesta aunque no fue mala, pienso que nos quitó mercado y no contentó a los clientes que tenían claro lo que querían, a parte de vernos en serios aprietos, muchas veces, con partidas de componentes deficientes. Luego en las comparativas no eran mejores que otras marcas más demandadas y eran incluso más caras.
Fiel a su idea de "somos diferentes y por eso somos mejores y exclusivos", el gerente amplió este pensamiento hacia el software, que por el año 2003 ya era la ocupación mimada e intocable de la empresa. Decidió que usaría un par de tecnologías de programación, servidores de aplicaciones y base de datos; poco utilizadas con fines profesionales unas, y aunque conocidas, no demasiado populares las otras. No era mala idea, excepto por pequeños detalles técnicos. Para ser bueno en algo, tienes que dominar ese algo. Para dominar algo necesitas tiempo y recursos. Si no tienes enseñanza ni profesionales que conozcan la tecnología, vas a darte de narices en el suelo muchas veces antes de empezar a andar, y cuando andes y cojas velocidad, los tortazos van a ser mayores. Y eso es lo que sucedió en mi empresa, con la salvedad que llegó un momento que no se pudo levantar otra vez. Internamente los técnicos tanto de software como de hardware abogábamos por no ser tan diferentes del resto, haciendo las cosas muy bien con herramientas populares y gratuitas y diferenciándonos del resto por la calidad de lo que hacíamos. Al mismo tiempo se iría aprendiendo las tecnologías que nos dieran exclusividad, pero sólo las pondríamos en marcha cuando realmente las controlásemos. Mi jefe, en plena orgía de politiqueo, grandeza e idolatría, opinaba que sólo los grandes proyectos nos daban categoría... pero "¡ay! ¿cuántas veces vas a tener grandes proyectos?" Eso no era factible a medio plazo , y aún menos cuando los "extraños compañeros de cama"* ya empezaban a renegar de él por su palabrería e ineptitud. Y así sucedió: software propietario caro y que no se dominaba, precios demasiado elevados y las demandas públicas o de grandes empresas no caen todos los días del cielo, más cuando en la pública hay muchos pensando lo mismo... e intentando subirse al carro.
Menudo tostón de post me acaba de salir. Espero me puedan perdonar, pero a veces hay que escribir estos rollos para entender lo que sucedió luego ;) Gracias a todos por la paciencia.

* Gente con recursos o que te pueden ayudar a conseguir recursos (buenos clientes, grandes proyectos, subvenciones, información sobre ayudas exclusivas... vamos, el politiqueo).

4 comentarios:

chüpetina dijo...

pobre jefe, yo creo que anda un poco perdido.

dile que le va a dar igual, que va a seguir sin hacerse rico, por muy exclusivo que sea.

o mejor, no se lo digas, no sea que te eche :)

besos babosos y un voto quemao pa ti :)

Anónimo dijo...

La exclusividad y el mal ojo (todo hay que decirlo) nos llevaron por aquella época, en la que yo todavía trabajaba allí, a sufrir catástrofes catastróficas como cierta partida de discos duros (de la marca por la que se apostó ciegamente) que murieron uno tras otro (incluido el que yo mismo compré...) Aún recuerdo cuando el gerente nos acusó de ser los culpables de romper dichos discos duros (cuando estaba demostrado, que era un defecto de fabricación)

En fin, nunca hubo un reconocimiento por parte de las altas esferas que la exclusividad con aquellas marcas tan anónimas (y exentas de un mínimo de calidad) fueran la causante de tantas pérdidas, achacadas posteriormente (e injunstamente) a la ineptitud del personal técnico.

Erkemao dijo...

nasghoul, reconocer tus errores es de bobos, según el pensamiento del jefe, y no hay forma más fácil de crear una verdad que negando una mentira todo el tiempo. Aunque él sabía que se equivocaba, no podía echarse atrás porque era una cuestión de orgullo y de pérdida de autoridad, si daba la razón a los inferiores. Nada más lejos de la realidad: tendrá mayor respeto un jefe que responda de sus errores que uno que reniegue de ellos. Dentro de poco contaré lo de los discos.

Erkemao dijo...

chüpetina, ya no me puede echar, porque ya ni siquiera es jefe de nada, excepto de su ineptitud ;). La empresa cerró y mi historia va desde que entré en esa empresa hasta que "quebró". De como lo viví y de mi opinión sobre como las cosas que ocurrieron dieron lugar a ese desenlace. Un voto baboso para ti :D