
"Llevo muchos años esperando para decirte estas palabras, pero siempre era mal momento. Hablar de temas de trabajo y dinero es una misión irrealizable: o le das vueltas a las cosas para no llegar a ningún lado o te enfadas. La empresa me ha demostrado que es rencorosa con estos temas y paga con represalias las negociaciones que no le gustan.

Como ya he dicho, el gerente no hacia sino quejarse de aquello que él mismo había hecho a los trabajadores. Se quejaba de que los trabajadores abusaban, engañaban y se aprovechaban de la empresa, cuando era la empresa quien lo hacía. "He tenido que dar mis datos a la policía, cuando tú estabas tranquilamente en tu casa de la playa, he pasado cientos de fines de semana sin salir de casa por la ansiedad y la reventada que tenía encima por causa del trabajo, mientras tú venías el lunes feliz y contento. Mientras yo aguantaba las broncas, algunas salvajes, de muchos clientes, tú no estabas para defenderme porque precisamente, habías elegido huir para que los interesados se desahogaran conmigo. Me he visto solo demasiadas veces, para que tú tuvieras "calidad de vida", esa misma calidad que insinúas todos los días, con palabras y con cartas, que ofreces a "todos" tus empleados."
"Toda consecuencia tiene un origen.

"Pensaba hacer un largo escrito con muchos muchos más ejemplos para demostrarte cada cosa que digo, pero al final me di cuenta de que YO NO NECESITO DEMOSTRARTE NADA. Lo he dado todo y lo he demostrado todo, cada segundo, de cada minuto, de cada hora de cada día.

"¿Cómo me lo ha agradecido la empresa? Te lo voy a decir en pocas palabras: tratándome como una mierda, como una basura, un ser inferior, humillándome delante de compañeros y clientes, permitiendo que cualquier ABUSARA de mí, sin respeto, sin valorarme, sin darme presunción de inocencia cuando otros me criticaban por la espalda, y sólo me has dado la razón o te has puesto de mi lado cuando te interesaba, pero no por convicción."
"Cuando ha habido dinero se me ha tratado como a un perro, y ahora que no hay, se me trata mejor ¿por qué? Si mañana un cliente te pagara 1.000 millones de euros, me volverías a infravalorar, me pondrías a limpiar, pintar o cualquier cosa, porque como antes te dije, no me tienes respeto. ESO ES LO QUE QUIERO Y ESO ES LO QUE TIENES QUE TENER CLARO A PARTIR DE AHORA".

"Nos dijiste un día que a Nasghoul y al acólito número 1 los echaste porque les habías dado todas las oportunidades y no habían respondido... Quien único ha dado oportunidades en esta empresa he sido yo a ti y en todas me has fallado. Más de 7 años de dedicación para sacar la empresa adelante, porque siempre he pensado que el bien de la empresa era mi bien personal... y mira, he renunciado a mi vida, a mi familia, a muchas cosas para que todo fuera mejor para todos y para mí y sin embargo, me has tratado como una mierda, porque la empresa sólo piensa en que todo el bien tiene que ser para ella, es decir, para ti".
"TE TENGO ODIO, TE TENGO RENCOR, TE TENGO UN RESENTIMIENTO QUE NO SE PUEDE EXPRESAR CON PALABRAS"

"Siempre de mal humor en mi casa, que ni mis padres se atrevían a hablar conmigo, ni he podido mantener una relación por estar tan alterado y depresivo, pasado de vueltas para desahogarme muchas veces y luego aislado y amargado. Así he vivido los últimos años, mientras la empresa me insultaba con palabras crueles e indecentes, como vago y ladrón".
"TE TENGO RENCOR Y RESENTIMIENTO POR COMO ME TRATASTE EL VERANO PASADO, DESPRECIÁNDOME DELANTE DE CLIENTES IMPORTANTES, PORTÁNDOTE COMO UN CACIQUE".
"¿Qué derecho te crees que tienes para tratarme así? ¿Quién coño te crees que eres? Naces, vives y mueres como yo. No eres más que nadie y no eres nada, ni siquiera entre estos muros".
Lo último que recuerdo que me dijo mi padre, la última frase que recuerdo de él es: "Lárgate de esa empresa".

Después ya no dije nada más. Me había saltado parte del guión y había dicho algunas cosas que no pensaba decir y me guardé otras que era mejor dejar en el olvido. Estaba cansado de hablar durante más de 4 horas a gran tensión. La reunión daría para más: la justificación de los cobardes, pero ya no me importaba. Me había quitado un gran peso de encima. Ahora era un poco más libre y ya cualquier cosa me daba igual. De repente sentí que lo que pasara después no era importante y no tenía que preocuparme.