23 marzo 2007

El aire acondicionado: ¿realidad o ficción?

Esta semana no paramos con los sucesos risibles de aquel verano de 2004 en mi empresa. Este es uno de los más estrafalarios, puede que no tanto como la huida del descampado, pero desde luego que tiene su gracia, sobre todo sabiendo el final de toda la historia. Como he venido diciendo, aquel estío fue una sucesión de trabajos forzados que cumplían dos objetivos para mi jefe: por un lado, ahorrarse un buen dinero en contratar a empresas externas, y por otro lado, escarmentar a un par de pringadillos a los que no nos tenía ninguna consideración. Si tenemos en cuenta, y a mi juicio, que mi jefe pensaba que éramos unos vagos y unos ladrones, y teniendo también en cuenta que mi jefe era cobarde y rencoroso, esa era una buena manera de devolver los supuestos golpes. Tremendo déspota desinformado y desinteresado en informarse. Nos habíamos matado a trabajar durante 6 largos años, cobrando una miseria, para que encima nos tratara como basura.
Con el dinero fácil de las subvenciones entrando a raudales por la puerta, el taller técnico clausurado, los nuevos círculos de amistades del gerente y con los deseos de grandeza y aparentar que además tenía, se comenzaron a realizar multitud de reformas en la empresa: nuevas instalaciones en el sótano, ampliar la sala de programadores, poner parquet donde faltaba, pintar todos los locales, etc... Otra de ellas era, el aire acondicionado. Mi jefe quería tener unas grandes instalaciones que sorprendieran y encandilaran a todos los clientes, amigos, vecinos, desconocidos y demás. El calor y el sol apretaban fuerte la mayor parte del año, el frío era notable en invierno y sólo unas cortinas nos protegían de las inclemencias. A través de la acólita número 2 se localizó a unos operarios que se dedicaban a la instalación de aire acondicionado. Como mi jefe era pícaro y avaro, les propuso (o al menos, creo que fue así) que hicieran este trabajo por su cuenta y en sus horas libre, así mi jefe se ahorraría mucho dinero que si lo contrataba a través de una empresa formal. Aquello fue una locura y un trabajo no demasiado fino, poniendo tubos y más tubos acolchados por todos los falsos techos de la empresa, ensamblando en una de las nuevas habitaciones del sótano grandes ventiladores y maquinaria... Mucho trajín por todos lados. Al final los chicos del aire acondicionado eran mis compañeros ya que la empresa había decidido que yo era un trabajador que no se merecía pertenecer a ella, por lo menos en igualdad de condiciones a los demás miembros del negocio. Cuando por fin se "terminó" con este asunto, había sucedido lo siguiente: faltaba una de las máquinas que estaba pendiente de llegar de ultramar, se producían goteras en varios sitios por lo cual no se podía activar el sistema mucho tiempo, sólo había aire acondicionado en el despacho del jefe (a los demás que nos dieran), la empresa no había pagado las partes acordadas a los operarios, con lo cual todo el trabajo se quedó a la mitad. El equipamiento podía rondar los 24.000 euros más o menos, de los cuales no sé si se satisfizo el total o sólo una parte. Recuerdo que el último día que vi a los chicos, hubo grandes gritos y taponazos sobre la mesa del gerente. Ni sus rancias mamparas acallaron la trifulca que se estaba viviendo dentro. No fue la única. Hubo muchas con anterioridad. La super-empresa con los super-proyectos y super-clientes empezaba a mostrar que no era tan super, sino lo de siempre, con un jefe crecido y arrogante incapaz de negociar pequeños trabajos y resolver problemas ajenos a nuestra actividad. La burbuja estaba creciendo demasiado rápido y ya empezaba a mostrar algunas fisuras. Nunca llegamos a saber nada de la máquina de aire acondicionado que faltaba. Se convirtió en otro mito de mi empresa.
Sin duda la frase clave de toda esta historia, en lo que a mí respecta, fue una que me dijo el jefe un viernes. Los chicos del aire acondicionado como trabajaban para otra empresa, no disponían de mucho tiempo libre para hacer sus faenas particulares, con lo cual continuarían la instalación el fin de semana. Mi jefe, probablemente tenía algo ocioso que hacer esos días, pero alguien tendría que abrir y cerrar la empresa y quedarse con los operarios, por lo cual zalamero, ladino y halagador, me dijo lo siguiente: "Erkemao, ¿tú trabajarías un domingo?" JAJAJA Internamente me partí de risa. Es que este personaje, ¿no tenía el más mínimo sentido de la decencia y la vergüenza? Después de pisotearme durante tantos años y humillarme todos aquellos meses, pensaba que iba a hacerle el favor de disfrutar de su fin de semana, mientras yo me quedaba como un estúpido pintando la empresa en mi tiempo libre, después de todo lo que había perdido de mi vida por culpa de aquel comercio tan desagradecido. Además, ¿a cambio de qué? ¿de otro día libre de los muchos que no había visto en todos aquellos años? Como si no doliera cobrar un sueldo mísero por trabajar de sol a sol. Que se lo dijera a los acólitos y empleados de alto nivel, que para eso percibían una remuneración considerablemente más digna que la mía y tenían una calidad de vida en la empresa mucho mejor. Yo, por otro lado, ya tenía planes para ese fin de semana, por fin, después de mucho tiempo apenas sin salir de lo cansado, amargado y deprimido que estaba. Y si no los hubiera tenido, me los hubiera buscado. Estaba claro que yo iba a pagar por esto. Mi jefe no lo dejaría pasar sin más. Le había fastidiado algo que tenía que hacer el fin de semana, y por lo tanto tenía que vengarse de mí. No tardó mucho en hacerlo, y lo hizo de la manera más deleznable, vil, pendenciera, ruin y miserable que pudo.

8 comentarios:

Lulu dijo...

I invite you to visit my blog. Hope you like it!
Love that kitty photo!

Erkemao dijo...

Very suggestive your blog. I like it.
Thx for visiting mine.
See you.

Guillo dijo...

Hola Erkemao estuve viendo las publicaciones que hizo con antelación a mis primeras lecturas del blog, ¿Y todavía falta? Pensé que yo era desafortunado, carente de suerte pero parece que no que es todo lo contrario. Recuerdo que tenía un jefe, que no era ni la mitad de lo que era el tuyo, al cual le habíamos puesto de seudónimo diarrea (era un chorro* de mierda).
Según mi entender este es el mejor blog que he visto, tanto en la cantidad de publicaciones como en el contenido y la temática. Espero que tu realidad actual sea completamente distinta a la pasada. Saludos.

*Chorro=Ladrón

Erkemao dijo...

Buenas Guillo, bienvenido nuevamente. Gracias por tus palabras. Tal vez sea que las historias reales de la gente, a veces son tan increíbles, que son difíciles de imaginar. Y ya te digo, esta es mi historia, pero hay otros que también tienen mucho que decir. Escribo todos los días,pero porque quiero terminar pronto el blog y olvidarme un poco de este tema, que me enerva bastante. Ahora estoy en periodo de transición, en un nuevo empleo en el que ya no soy de los más viejos, sino el nuevo y ya no controlo los temas. A ver si me adapto.
Saludos

Anónimo dijo...

Será mísera el tio eseee!!! Muy bien lo que iciste!! por lo menos algo le jodió!!! jejeje!! Y porke aguantábais tanto?????? por dios!! eso es inaguantablee!! ke paciencia teníaiss!!! Un saludo

Anónimo dijo...

Como bien dices, lo operarios del aire acondicionado hicieron el trabajo durante sus propias vacaciones y trabajaron a piñón, pero me da la impresión de que nunca habían montado un sistema de aire acondicionado antes, sino que habían colaborado o visto cómo se hacía. En todas las empresas hay leyendas; en la nuestra existían principalmente dos: el mito de la agenda y la de la máquina de aire acondicionado que vendría del país del sol naciente... luego el ruido que hacía aquel cacharro era infernal en fin, que todo estaba en contra... con lo fácil que hubiera sido comprar un ventilador por 15 euros???

Erkemao dijo...

Serchase, pues yo aguantaba por orgullo y porque había trabajado mucho para irme con las manos vacías. Los otros compañeros tenían sus razones. Nada le hubiera gustado más a mi jefe que decir de mí (¡ojo! que conociéndolo seguramente lo diga)que "me fui y que la empresa había hecho más por mí que yo por la empresa, y que le hice no se qué y le hice no se cuanto, con lo bien que el negocio me había tratado..." Este individuo no tiene remedio: todo el mundo es culpable, todo el mundo miente, todo el mundo le entiende mal, todo el mundo se aprovecha de él...Nunca conocí persona semenjante. Él siempre es inocente aunque lo cojas con la manos en la masa.
Gracias por comentar.
Saludos.

Erkemao dijo...

Nasghoul muy bueno. Esa era otra tema de las tertulias en la hora del café. Mientras nos achicharrábamos y el jefe disfrutaba de aire acondicionado, nos planteábamos una y mil veces la razón por la cual no se compraron unos sencillos ventiladores y una par de unidades de aire acondicionado portátil. Con eso nos hubiera sido suficiente. ¿Para qué todo un sistema de decenas de miles de euros? Querían traer una máquina para refrescar un edificio entero. Aún seguimos esperando por ella X-D
Saludos.