Hoy les voy a contar uno de los sucesos más sorprendentes de aquella reunión. Es llamativo, en cuanto al hecho de que mi jefe tratando de defenderse consiguió demostrar que era un gestor económico "negligente". No se puede comparar con la "negligencia" mía por permitirle todo lo que me pasó, pero desde luego que es digno de mencionar. Aún me cuesta digerirlo. Más cuando al final de la reunión, en su "turno de réplica" el cual se inventó el mismo, puesto que esa reunión era para escuchar y callar, no para hablar, debido a que eso ya lo había hecho todos los días durante más de 7 años, "me comentó algo obvio para los demás, pero totalmente nuevo para él". Después de una frase tan larga y difícil de leer, les narro lo ocurrido ;).Como les he ido relatando, convoqué a mi jefe a un cara a cara, para exponerle todo lo que yo había hecho por la empresa, lo que la empresa había hecho por mí, las injusticias que había sufrido por causa del gerente y lo que pensaba de él. Llegado a cierto punto de mi discurso, le comenté como muchas veces había estado a expensas de los clientes, de manera que cuando
estos estaban enfadados, la empresa me utilizaba como "airbag" para parar los golpes. Mientras mi jefe comía o dormía tranquilo, yo me las tenía que ver con seres violentos que buscaban una víctima a la que machacar. Muchos de esos palos que recibí, habían sido convenientemente preparados por mi jefe, el cual viéndose acorralado por clientes y "amigos", decidió esquivar la responsabilidad dejando que los interesados se ensañasen con mi departamento y en muchas ocasiones sólo con mi persona. Le reproché su actitud. Le llamé cobarde e irresponsable. Esas palabras son muy dolorosas, sobre todo cuando las argumentas y el que las recibe es consciente de su veracidad. Por tal motivo, la ira del receptor aumenta, puesto que es pillado "in fraganti" y cualquier mentira que cuente va a empeorar su posición. La salida normal en estos casos es agresiva, pero claro,
cuando minutos antes le has dado a entender que cualquier postura de fuerza no le conviene, ¿qué puede hacer un jefe inepto en estos casos? Sacar de debajo de la manga un as. ¡Vaya si le salió mal la jugada!Le estaba comentado que muchas veces nos teníamos que ver la cara con clientes insatisfechos y chillones. La empresa (el gerente) escurría el bulto en estos casos, dejando que los interesados se desahogaran a placer. A lo cual me replica: "Porque yo sé que ustedes muchas veces dejaban pasar reparaciones fuera de garantía como si estuvieran en garantía. Yo eso lo veía". Me quedé pasmado. Trataba de comprenderlo y no podía. ¿Qué me estaba diciendo? Sólo alguna vez, que yo sepa, ocurrió algo parecido y fue con algunos clientes realmente agresivos, a los cuales se les había vencido la garantía por pocas semanas o a lo sumo un mes, pero que montaban tal pollo, que era preferible repararle el ordenador y que se fuera, a aguantar sus berridos. Todo con el consentimiento del gerente que no venía a poner orden, a defendernos y a echarle una bronca al cliente o solucionar el problema.

Mi jefe había estado guardando durante años esta "joya" de frase para soltarla cuando alguien le reprochara algo. El propietario de una empresa conoce una "posible" negligencia o mala actuación de los empleados y en vez de llamarles la atención o cortar por lo sano el incidente, se lo calla para poder defenderse cuando alguno de esos empleados le pusiera en evidencia años más tarde. ¡¡¡Increíble!!! ¡Qué vengativo! Tanto que prefería perder dinero o irse a la ruina en vez de poner orden. De verdad que yo estaba alucinado con esas palabras. Pero peor aún, sabe que esa "mala actuación" por parte de los empleados es debida a la presión a la que les someten algunos clientes y no es capaz de llegar, sentar al cliente en una mesa y echarle una bronca o darle el libro de reclamaciones. Doble ineptitud por parte del gerente. Y con ese argumento me viene a rebatir las miles de
afrentas que recibí, gracias a su cobardía. Para partirse de risa o llorar de pena. La guinda a la discusión la puso casi al final de la "tertulia" cuando me aseveró que él había tenido que reconocer ante los bancos que la culpa de las pérdidas de la empresa se debían a su gestión. Y me lo dijo como quien está haciendo algo por los demás, pero siendo ajeno a todo lo que pasaba. Demasiado fuerte. "La culpa es de todos los demás, pero yo la asumo como mía y no acuso a los negligentes que han llevado a la empresa a esta situación". Otro pensamiento para enmarcar.





































