21 febrero 2007

Los licenciados y las derivaciones de responsabilidad

Me voy a tomar una licencia, y voy a contar en parte la historia de otra persona de mi empresa. Con esta entrada quiero abundar en la mente calculadora y sin escrúpulos que tenía mi jefe a la hora de elegir la mejor forma de salir airoso de cualquier problema. Su filosofía se podía resumir en la siguiente frase: "yo no he sido, fue él", o en "lo que me hizo fulanito, lo que me hizo menganito...". No me extenderé en detalles, porque los desconozco, pero espero que mi compañero del curro me ayude a terminar este post con sus siempre bienvenidos comentarios. Hagamos un poco de historia y veamos, desde mi punto de vista, como transcurrieron algunos hechos. Hacia el año 2002 ó 2003, cuando el departamento de software de mi empresa iba ganando peso y estaba plenamente consolidado, se incorporó una nueva programadora. Esta programadora tenía vínculos de años con la empresa y una buena amistad con mi jefe. Ojo, no se trataba de una recomendada, ella hacía/ hace su trabajo y tiene una excesiva capacidad de sacrificio, como nos pasaba a muchos de nosotros, lo cual no es nada positivo cuando eres un empleado a sueldo y no tu propio jefe. Esta compañera venía a cubrir las nuevas ambiciones de la empresa, es decir, los proyectos derivados de las ya prontas subvenciones. Parece ser, que para que las administraciones públicas te acepten ciertos trabajos, necesitas la firma de ingenieros titulados, es decir, que en la plantilla de tu empresa haya gente con titulación que sea garante de esos proyectos presentados. La compañera en cuestión, no lo tenía. Era buena en su trabajo y seguro que le daba clases a más de un licenciado, pero no tenía la titulación. Eso era un problema, porque así la empresa no iba a ningún lado, es decir, hacia el dinero fácil. Cierto cliente nuestro acababa de terminar su ingeniería y era conocido por mi jefe desde hacía mucho tiempo, o por lo menos lo era su familia. Creo que ya podrán entrever la relación ingeniero - proyectos - firma. Entró a trabajar. Pero miren por donde, no era el encargado de hacer tales trabajos o de supervisarlos, simplemente estaba allí para firmarlos y hacerse responsable de cosas que ni había planeado y que ni tan siquiera conocía (corríjeme si me equivoco). En un comentario del post nos cuenta que además le prometieron el oro y el moro cuando le contrataron. Desde el principio fue agregado al grupo de los pringadillos y tratado como tal. Nuevamente jugada maestra de mi jefe. Alguien que nos daba legitimidad y alguien a quien echar las culpas en caso de errores, todo a precio de saldo. Digamos lo que digamos, mi jefe era el verdadero rey de los Kinder Sorpresa.

3 comentarios:

la doctora yvonne dijo...

Estimado Erkemao,
no sufras tanto por tu destino de chico multitask en la empresa.
Yo trabajo en un periódico, soy periodista y a cada rato, me mandan desgrabar lo que un astrólogo pedorro graba en un cassete con sus predicciones astrales. Mi tarea consiste en escuchar horas de cassette y tipearlas, redactándolo de una forma decente. Pero resulta que el pelotas del astrólogo muchas veces está borracho cuando se manda sus divagues y así que me toca inventar lo que le va a suceder a Aries, Escorpio, Tauro... ¡Puta vida!

Claudio dijo...

Saludos,

Pues creo que yo puedo ser el ingeniero del que hablas al final del post. Lo único que tengo que añadir a lo ya contado por ti, es que se me prometió el oro y el moro en la ¿entrevista? que me hizo el sujeto ese. Vamos, que parecía el cuento de la lecherita. Al final, nada de nada. Creo que firmé alguna cosa que otra, pero en fin, al menos adquirí experiencia como técnico informático, je je. Ya contaré más cosas cuando llegue el momento. Hasta otra!

Erkemao dijo...

doctora yvonne O_O flipante, creo que no haré comentarios ;) Ánimo, que igual aciertas más en las predicciones tú que él.
Saludos.

narf, sí eres tú ;) Quedamos pendientes de que nos aclares más cosas. Es otro tema muy interesante, las promesas empresariales.