18 febrero 2007

Las percepciones extrasensoriales* de mi jefe

En la pasada entrada (La abadía del crimen) comenté como el acólito número uno del jefe tenía unas dotes auditivas tremendamente afinadas. Pienso que era capaz de leerte los labios, porque vamos, decías algo y ya lo tenías a tu lado tratando de enterarse de todo, para ver de que forma podía sacarle utilidad a esa información. Cualquier conversación por leve y secreta que fuera era detectada a través de paredes, mamparas y armarios. Bien, este ejemplo es algo que entra dentro de la más estricta teoría física clásica, puede ser probada empíricamente dentro de un laboratorio, mmm, perdón, dentro de una empresa. Se trata de un desarrollo acusado de un sentido. Caso a parte era mi jefe. Según él, era capaz de percibir todo lo que pasaba al otro lado. El otro lado, era el lado oscuro, es decir, el taller de los pringadillos, el cual de oscuro no tenía nada ya que el sol entraba como Pedro por su casa achicharrando y cegando a los pobres piltrafillas.
En cierta ocasión apareció muy cabreado por el hueco entre los armarios y la pared que daba paso a nuestro espacio laboral. Si no recuerdo mal nos estábamos riendo por un chiste y fue detectado por sus superdesarrolladas facultades extrasensoriales. Presentóse altivo y arrogante, con muestra de ira malsana en sus enrojecidos óculos y después de soltar sus típicas alocuciones insinuando nuestra torpeza y dejadez, aseveró: "Porque ustedes se piensan que yo no me entero de lo que ocurre en este lado... pero yo percibo todo lo que pasa". Se marchó. Nuevamente con expresión cariacontecida nos miramos como diciendo "y a éste ¿qué le pica hoy?". Debían existir fenómenos paranormales en el local y el gerente era capaz de detectarlos o, a lo mejor, vio los "Cazafantasmas" el día anterior en la televisión. Me pregunto si en esas condiciones te dan un plus de peligrosidad o un extra por disciplina profesional multidimensional. ¡Ah no! Trataba de decirnos que éramos unos vagos y unos holgazanes. Este tipo de afirmaciones son un alma de doble filo: por un lado muestras tu faceta más dura de jefe, dando a entender que controlas todo y a todos, pero por otra parte haces unos comentarios que un pringadillo quemado anota a fuego en su mente enferma y desquiciada, para devolvértelo en el futuro. Y así fue. Me encantó esa frase: "Yo lo percibo todo". Si percibes todo, percibes lo que se deja de hacer (que es lo que te interesa) y lo que se hace de más (que no te interesa percibirlo). Cuando un par de años más tarde tuve una famosa, y más que anunciada en este blog, reunión con este elemento, le recordé esa oración: "en cierta ocasión dijiste que lo percibías todo, ¿cómo es posible que siendo tan listo no te hayas dado cuenta de todo lo que he trabajado todos estos años, de todos los sacrificios que he hecho por la empresa, de todo a lo que he renunciado por sacar adelante este negocio? Dime ¿cómo?, ya que tú lo percibes todo. Me da que tú sólo percibes lo que quieres ". Tragó saliva y calló como un miserable.

* Según la Real Academia Española

percepción.

(Del lat. perceptĭo, -ōnis).

1. f. Acción y efecto de percibir.

2. f. Sensación interior que resulta de una impresión material hecha en nuestros sentidos.

3. f. Conocimiento, idea.

~ extrasensoria, o ~ extrasensorial.

1. f. percepción de fenómenos sin mediación normal de los sentidos, comprobada al parecer estadísticamente.


6 comentarios:

la doctora yvonne dijo...

hola Erkemao,
muy bueno tu blog. Me gusta tu tema, yo adoro hablar mal de mi jefa y de mi trabajo, me obsesiono con todo eso y a veces, hablo de más, cosa que no es demasiado conveniente.
Te recomiendo ampliamente el libro "Buenos días, pereza", de Corinne Maier. Da consejos sobre cómo aparentar que se está trabajando (al estilo, "siempre llevarse algún bolso lleno de cosas a casa, para parecer que te llevás trabajo) y advertencias sobre qué no hacer para parecer un holgazán (nunca llevar el periódico abajo del brazo)
saludos
yvonne

Erkemao dijo...

Buenas tardes doctora Yvonne, afortunadamente en este momento no tengo que preocuparme por mi jefe en el sentido de ir a trabajar, puesto que mi empresa cerró ya hace tiempo. Aunque el blog le da mucha caña (es una forma de denunciar lo que hacía esa persona que de cara al mundo parecía todo lo contrario), realmente es una autocrítica: ¿por qué pasé por todo eso y no le puse remedio desde un principio? Y es algo que nos ocurre a muchos trabajadores noveles, hasta que la vida y los palos nos enseñan a ponernos en nuestro sitio.
Gracias por leer y comentar. En cuanto pueda intentaré acercarme a ese libro, y creo que a un lector que comentó hace poco en otro post, le vendrá bien para su blog ;)
Saludos.

Guillo dijo...

Dicen que lo bueno dura poco, así que no es extraño que el blog este por llegar a su fin. Voy a seguir con la rutina de visitas hasta que de su último suspiro.

Erkemao dijo...

Gracias Guillo. El blog cuenta una historia en el tiempo, y como todas las historias tiene un principio y tiene un final. Es así. Pero esa empresa era un conjunto de personas, por lo tanto un conjunto de experiencias y puntos de vista, así que...
Saludos.

Anónimo dijo...

Qué hay de la propuesta de realizar un blog donde antiguos ex-trabajadores de la susodicha empresa contemos nuestras propias anécdotas y sufrimientos (que fueron muchos) y también experiencias en nuestros actuales trabajos?

Erkemao dijo...

nasghoul, pues se convoca a todos los afectados a un café el viernes para establecer las pautas a seguir y la creación del blog, porque en el post de mañana voy a mediopisar una historia y sería interesante empezar a trabajar a la vez ;)