28 mayo 2007

Percibir

Hace unos meses adelanté lo que cuento en el post de hoy. Conviene recordarlo porque es otra de las partes claves de la conversación que tuve con mi jefe. A medida que el discurso subía el nivel de seriedad y profundidad, el cansancio empezaba a hacer mella en mí, pero no era un cansancio físico o intelectual, sino el cansancio del que mira hacia atrás y ve que ha escogido el camino más difícil, cuando el más fácil y lógico estaba justo al lado. En eso consiste la vida, en tomar decisiones acertadas y desacertadas, que nos llevan a otra encrucijada y así hasta el infinito, o eso, dicen.
Después de ir enumerándole una buena cantidad de "faltas de respeto" que había cometido conmigo, le incidí un poco sobre su supuesta "gran" inteligencia. Y esto no son mis palabras ni mis imaginaciones. Constantemente, el gerente, nos afirmaba que era un tipo muy listo, inteligente y lógico, que además se daba cuenta de todo lo que pasaba a su alrededor, por lo cual, aquellos que "intentaban" engañarle lo tenían muy complicado, puesto que él era un "lince" y los iba a pillar mintiendo. ¡Vaya, vaya... qué interesante! "Tendré que recordar estas palabras", aunque ya mi jefe se encargaba de ello cada poco tiempo.
Le dije: "con todo lo que te llevo diciendo estas horas, ¿cómo es posible que no supieras nada, que no te dieras cuenta de nada? ¿Cómo es posible que todos los días trabajara de sol a sol y me llamaras vago? ¿Cómo es posible que dándolo todo por la empresa me llamaras ladrón? Los clientes todo el rato te estaban dando buenas referencias de mí, y eso lo sé porque tú mismo me lo has dicho infinidad de veces. No entiendo nada, si tanto dices que percibes, que te das cuenta de todo y que sabes quien te engaña y quien no, ¿cómo no te has dado cuenta de mi labor a lo largo de tantos años? ¿Cómo has podido despreciarme de esa manera? No lo puedo entender, no lo puedo creer. Es imposible...". Me quedé sin palabras. Durante una fracción de segundo mi mente miró hacia atrás y en ese momento me di cuenta de todo lo que había hecho y de todo a lo que había renunciado por la empresa. Me di cuenta de que los últimos 7 años de mi vida se habían ido a la basura. Había malgastado mi vida en un trabajo que no sólo no me recompensaba sino que además me humillaba y me discriminaba. No pude más, rompí a sollozar, tenía tanta rabia reprimida y tanta impotencia por no poder descargarla que no encontré otra salida. Me levanté de la silla, salí del despacho con violencia y me largué fuera a intentar tranquilizarme. Me sentía vacío y estúpido por haber arruinado mi existencia luchando y trabajando para alguien que no lo merecía. Una gran lección de la vida.
A los 10 minutos se me había pasado parte de la "bajona". Aún, con todo ese resentimiento a flor de piel, buscando un desahogo físico, volví a la mesa. Ahora sentía una rabia inmensa por todo y por haberme fallado a mí mismo en un discurso en el que no quería perder el control. Ese fue el aliciente que necesitaba para acabar aquel parlamento. Enojado, frustrado y rabioso se me quitó cualquier duda sobre la bondad de mi jefe. El texto sería algo más improvisado porque desterraría cualquier verbo diplomático que hubiera escrito. Ahora iba en plan duro, no me iba a cortar con los adjetivos, pero desde luego que no me iba a quedar a su altura; la altura del betún. En las conclusiones le iba a decir las cosas más claramente de lo que él nunca hubiera imaginado.

6 comentarios:

Kt. dijo...

Me habría hecho más ilusión saber que le partiste el alma de una patada! Grrrr...
Pero bueno, eres humano y merecías sacar tu luto (porque mira que eso te había matado por 7 años)... Llorar es lo más reconfortable de la vida, sobre todo cuando se hace a moco a suelto! porque desentoxica! (suspiros)....

** No puedo dejar de comentarlo, jajaja me gustó los dos perritos ¿En serio lo cazaste tu!!? jajajajaja que bueno!

Besos Erke... Me tienes en suspenso!

la doctora yvonne dijo...

Me encantaría haberle visto la cara a tu jefe mientras le decías todo eso. Qué te decía él a eso que le dijiste sobre la falta de respeto y lo demás? Supongo que pronto lo contarás.
Esos siete años que según dices, has tirado a la basura te sirvieron de lección, sin saberlo has aprendido mucho de la vida y del trabajo.

Anónimo dijo...

Coincido con la Dra. Yvonne, esos siete años no fueron perdidos, te sirvieron para aprender la lección. Nunca más volverás a pasar por una situación similar, en tu próximo trabajo sabrás poner las cosas en su lugar de entrada nomás. Necesitabas pasar por lo que pasaste para aprender, para madurar. Yo pasé por algo parecido y lo siento así. Hoy, vos mismo te darás cuenta de que sos un tipo mil veces más maduro e inteligente del que eras hace siete años. Y todavía queda toda una vida por delante, así que a vivir se ha dicho!

Erkemao dijo...

jajaja, wenas kt, la primera en comentar? :P
bueno, te puedo decir, que algo cambió ese día. No sé por cuanto tiempo, pero algo cambió.

** pienso que en ese momento no deberían haberseme saltado las lágrimas, porque le di la sensación de debilidad (y no de rabia contenida), y entonces se creció, pero bueno, que le vamos a hacer.

** el chiste de los perritos es muy bueno XDD

Besos.

Erkemao dijo...

doctora yvonne buenas!
El tipo callaba y anotaba. Muchas veces no me miraba, porque llegó un punto que estaba algo abrumado. En otros momentos y ante ciertas acusaciones se intentó defender con la subida de voz y de mano, pero que rápidamente le corté. Luego lo hizo con la voz, pero creo que era la salida desesperada del que no puede soportar ver la verdad y arremete contra "el mensajero" y en este caso "victima-verdugo".

* Lo que pasa es que me parece que era un coste demasiado elevado por aprender, pero parece que las grandes enseñanzas tienen un alto precio.

Erkemao dijo...

fede, pués sí es cierto, de momento no me tomo el trabajo como un sacrificio, y ya no vuelve conmigo a casa. En parte será porque ahora he sido el novato en un par de empleo y las responsabilidades las mínimas. Pero tengo claro que las cosas hay que decirlas desde el primer momento, así no se pierde el tiempo ni da lugar a finales apocalípticos.
Saludos.