31 mayo 2007

El día después

Aquella noche llegué a casa destrozado. El esfuerzo había sido importante. El cansancio de tantas horas de discurso y de soportar excusas insustanciales, no impedía que estuviera bastante alterado. Casi afónico llegué a casa y conté por encima lo que había ocurrido. Independientemente de lo que sucediera a partir de aquel día, ya había cumplido un objetivo importante, que era enfrentarme a mi jefe y dejarle claras las cosas. O al menos eso pensaba yo. Al regresar el día siguiente a la empresa puede que todo fuese normal o puede que tuviera una bonita carta de despido o un jefe vengativo esperándome. Dormí intranquilo. No me libraría de la tensión en varias jornadas. Como le había dicho a mi jefe en la reunión: "nunca he fallado a la empresa, hice todo lo que se me dijo que hiciera, hice todos los cambios de turno que se me exigió hacer, cumplí todas las órdenes que se obligó ejecutar, atendí a todos los clientes de día o de noche, hiciera calor o frío, lloviera o hiciera sol", así que por la mañana llegué puntual para seguir desempeñando las labores que debía realizar.No recuerdo si mi jefe estaba allí o no cuando entré. En casi toda la mañana no le vi, aunque le oía en el despacho, o por teléfono. Cuando por fin tuve que enfrentarme a él, el día después, la persona que observé era muy diferente. Casi no se atrevía a mirarme a los ojos. La voz no le salía cuando me hablaba. No sé como lo pasaría aquella noche, pero tengo la impresión de que mucho peor yo. Si no recuerdo mal, estábamos a mitad de semana. El resto de los días fue similar. No se atrevía a pedirme nada, a darme órdenes. Cada vez que nos cruzábamos sólo los saludos de compromiso indicaban que nos encontrábamos en la misma empresa. El fin de semana estaba cerca, eso nos ayudaría a relajarnos y a comenzar de nuevo. Nunca más volvió a mirar a la pantalla del ordenador y preguntarme "¿cómo estás?". Algunas cosas cambiaron. Con el paso del tiempo, todo se fue normalizando. Había mucho que hacer para intentar salvar una empresa que se hundía. Pero mi jefe no podía ser infiel a sí mismo. Una vez la rutina volvió a ser la nota predominante y los remordimientos en la conciencia se aplacaron, volvieron a surgir algunos viejos fantasmas. Sobre cuando la situación cada día era más desesperada y las vicisitudes se volvieron cada vez más adversas.

6 comentarios:

Kt. dijo...

He vuelto y como siempre con interrogantes (hacía mucho que no).

* ¿Algunos de tus compañeros se enteraron de la reunión con tu jefe antes de que lña hicieras? ¿Cual fue la reacción?.

* Lo de tu jefe ya es maña! ese ni volviendo a nacer se le quita... Esta reunión definitivamente, a nivel personal solo te benefició a ti.

Besos, mi querido ERKEMAO.

Jota dijo...

Tengo una curiosidad enorme por saber lo de tus compañeros como dice KT. Pero independientemente, creo que lo mejor de aquella charla fue el respeto que te ganaste a tí mismo. Independientemente del resto. Enfrentarse a esa situación con cerebro, dialogo y sin utilizar la violencia. Que es el peor camino y el mas fácil. Me parece genial lo que hiciste y como lo hiciste.

Erkemao dijo...

** kt, dónde estabas metida? XD

** Ellos conocían mi intención de reunirme o al menos el que yo estaba buscando información sobre cosas que me habían pasado que no recordaba. Lo que creo que no imaginaban era el alcance y la rotundidad de la del dicurso, porque ni yo mismo era consciente de él hasta que acabé de redactar aquel documento.

** Sí la verdad que fue una gran liberación, pero como creo que he dicho, las circunstancias me favrecieron. Normalmente hubiera acabado en la calle después de las primeras frases. De eso estoy seguro.

Besitos para ti también.

Erkemao dijo...

gracias jota
en principio no sabía que iba a pasar y tenía demasiada ira como para que de repente aquello se hubiera ido a las manos. Pero las cosas salieron de esa manera. Tal vez el que el sujeto empezara a subir el tono de voz y la mano me enfureció de sobremanera:¡quién era el tipejo ese para gritarme y dar golpes en la mesa!sobre todo después de tantos de años fastidiándome. Me di miedo a mi mismo en aquel momento y sin embargo no le seguí el juego, que es a lo que él siempre se agarraba,para luego decir que tal o tal cual era un maleducado y un "no se qué". En fin, eso funcionó en ese momento y en esas circunstancias, en otro caso el tipo hubiera seguido con sus gritos y golpes sin vergüenza ninguna.
Saludos.

Kt. dijo...

Que donde he estado? Uhmmm con que moral lo preguntas jajaja... Confieso que en ausencia de tus post te he sido infiel! jeje...
Pero ya volví y con más furezas para seguir preguntando jajajaja
Besos

Erkemao dijo...

kt, claroooo, es que se nota cuando no comentas XD

La infidelidad ya no está de moda, ahora hay un estilo "laissez faire" en casi todo :P

muchas preguntas nooo ehh XDDD

Besos para ti también