08 diciembre 2006

Los peligros del garaje III

...(sigue continuando)
En el último episodio pudimos apreciar el enrarecido ambiente que se adueñaba del lugar. Hoy haré mención, entre otros, a la lucha contra las carcasas. La carcasa de un ordenador es la caja que contiene al resto de elementos. Cuando usted adquiere un equipo informático, le entregan una torre en la cual hay botones, disqueteras, posavasos, digo CD-ROM, grabadoras y DVD ;), ranuras para tarjetas de memoria... Hace tiempo que no trabajo con ellas, debido a que en 2004 mi empresa se cargó mi departamento y raras fueron las ocasiones en que tuve que reparar PC alguno. Cuando comencé en 1998 de forma profesional, tuve que encararme con muchas de ellas. La razón es que demasiadas carcasas tienen bordes cortantes, acabados no muy perfectos, metales de soporte muy flexibles... lo que se traduce en cortes en las manos por todos lados. Recuerdo que en las épocas de mayor trabajo tenía prácticamente todos los dedos sajados. No podías trabajar con guantes porque era imprácticable, y a veces se carecía de espacio para manipular las tarjetas y dispositivos. A diferencia de un coche, en el que el motor suele ocupar la mayor parte del volumen destinado a él, en una torre de ordenador, gran parte de las veces hay mucho espacio vacío, pero hay algunas en que no es así. En esos primeros tiempos solía usar reloj, hasta que al final me quedé sin un par de ellos debido a los roces y que era un incordio estar quitándotelo y poniéndotelo cada dos por tres. Eso me hizo más libre respecto al tiempo y desde entonces no he vuelto a usarlo. Como ya habíamos comentado, mi empresa inclumplía sistemáticamente todas las medidas de seguridad e higiene. Había un "botiquín", por decir algo, que con el paso de los años alojaba menos útiles. No se reponía nada y no fueron pocas las ocasiones en que no teníamos ni lo mínimo indispensable en caso de un simple corte. Más de una vez me tuve que vendar con papel higiénico o papel de cocina. Imagínense que muchas torres a veces están oxidadas, llenas de tierra y polvo y no se sabe que más. Lo mejor es que estés vacunado contra el tétanos por si las moscas.
Un par de compañeros se dedicaban a la reparación de monitores, y para ello, los tenían que abrir y desarmar, dejándo a la vista los circuitos electrónicos. Había que tener cierto cuidado, puesto que si tropezabas cerca y caías sobre alguno de aquellos armatostes podías ser rápidamente "chamuscado" por unos 20.000 voltios. Como eran aparatos grandes, los compañeros iban ocupando paulatinamente su mesa y la de los alrededores, de forma que me vi muchas veces con la mía llena de monitores y trabajando como podía en una esquina o en el suelo. Claro, al jefe le daba igual que trabajaras en el suelo o en el aire. Era más molesto sobre todo cuando tenías que bregar en tales posturas debido a que se estaba arreglando un televisor o video del gerente o de algún amigo suyo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Con respecto al botiquín, he decir que sí, es posible que hubiera algo útil en él, pero como estaba en el piso de abajo, seguramente le era más útil al personal femenino de la empresa, ya que sólo había termalgín, tampax, compresas y algodón.

Erkemao dijo...

Te voy a hacer miembro honorífico del blog, porque eres el que más comenta.
XDD
Saludos.

Anónimo dijo...

Bueno, en mi ya futura ex-empresa el botiquín está repleto de cosas útiles... hace ocho o seis años. El día que el inspector de trabajo decida mirar la fecha y no solo que haya algo, le da un ataque.

Erkemao dijo...

Por lo que se ve, estas cosas son bastante comunes en muchas empresas del ramo y seguramente de otras actividades. De todas formas, en mis 8 años nunca pasó un inspector de trabajo por mi empresa, al menos que yo tenga constancia. Sin embargo, en otra en la que trabajé mucho antes y que era un pub, se sabía que noche venía un inspector y todos los qeu no estaban contratados o con contratos inadecuados, fuera de la barra hasta que se marchara.