02 diciembre 2006

Tu coche es el coche de la empresa III

Dedico, en esta ocasión, unas palabras para comentar las mejores jugadas referidas al goce y disfrute del coche de empresa. Algunas favorables y otras desfavorables. Estas son situaciones verídicas y seguramente más de un lector se sienta identificado con ellas. Espero que nadie con la última (i), o creeré que el mundo se ha vuelto loco, definitivamente.
a) Una vez, durante un desplazamiento, le hice un mísero roce a la furgoneta. Tan tan tan leve, que no se veía sino buscando con profusión*. Estaba todo alterado... pensando que me había metido en un buen lío. Toda la noche sin dormir, y al final resulta que no era ni el primero ni el último que había recibido el vehículo, pero claro, cuando estas a tope de estrés y tienes un jefe que te busca las cosquillas, cualquier detalle te deja trastornado.
b) Años más tarde, un compañero, para esquivar un golpe, se salta un bordillo y arranca uno de los embellecedores del coche. A efectos prácticos no tiene importancia. Recoge la pieza caída, de forma que no se pierda. Poco tiempo después, el jefe, busca con ahínco al profanador del vehículo y le exige que lo arregle, de manera que se lo lleva al garaje de la empresa y le da las herramientas para que lo repare. Conclusión: empleado evita que la empresa se quede sin vehículo, se rompe algo, y el empleado es quien tiene que arreglarlo, porque la empresa no posee un seguro adecuado.
c) Entretanto, un familiar del gerente usa el coche para sus prácticas de conducir, abolla el coche sensiblemente. No ocurre nada.
d) Entretanto, un familiar del gerente, disfruta del uso del vehículo, de tal manera que hay días que el automóvil no está en la empresa, con lo cual los trabajadores tienen que usar sus propios transportes o esperar a que le devuelvan el de uso común, y que como se ha comentado no se remuneraba adecuadamente. No hay responsabilidades.
e) Jefe: "Tienen el coche hecho una mierda. No lo limpian. Está todo sucio y yo tengo que cogerlo para ir a mi casa de la playa y da pena ir en él". Responsabilidades: empleados zainos rehusan sus obligaciones, dejando una propiedad de la empresa en mal estado.
e1) Situación paradójica 1: el jefe deja el coche lleno de tierra y salitre cada fin de semana, pero eso no supone ninguna responsabilidad, es el trabajador el que se tiene que hacer cargo de su limpieza.
e2) Situación paradójica 2: el empleado "pone a servicio de la empresa (sin cobrar)" su vehículo, de manera que siempre lo tiene inmundo e indecente, hasta para sacar a su novia o su familia de paseo y además no lo puede limpiar en horas de empresa ( a pesar de que se pasa todo el día trabajando) porque eso sería un "robo" a la organización. Sin embargo, el currante tiene la obligación de tener impecable un vehículo que no es suyo, que muchas veces no puede utilizar y que además ensucian otros.
f) Los empleados, ya que usan el transporte de la empresa, deben responsabilizarse de los cambios de aceite, visitas al taller y desplazamiento a la I.T.V. (Inspección Técnica de Vehículos). Los trabajadores no lo hacen con el rigor debido, siendo recriminados por el gerente.
f1) Situación paradójica 1: el vehículo es utilizado no sólo por los miembros de la empresa, sino también por el gerente y algún familiar para uso personal. Las responsabilidades por lo tanto, deben ser compartidas.
f2) Situación paradójica 2: el empleado lleva su coche (vehículo que usa la empresa) al taller y llega tarde a trabajar, con las consiguientes indirectas por parte de la empresa, debido al "horario flexible autoproclamado" del currante.


* Según la Real Academia Española


profusión.

(Del lat. profusĭo, -ōnis).

1. f. Abundancia en lo que se da, difunde o derrama.

2. f. Prodigalidad, abundancia excesiva, superfluidad.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es que me quiero despachar a gusto con mi jefe así que :"fuerte hijo de la gran puta de jefe tenías" XDDDDD