20 mayo 2007

El rumor

He hecho alusión a este tema que tratamos hoy en un par de entradas anteriores, bien como texto del post o como parte de un comentario. No está de más contar la historia completa, así comprenderemos los "argumentos" en los que se basaba el gestor de la empresa para tomar muchas de sus decisiones. El planteamiento es muy sencillo: un rumor es más poderoso que una verdad. Lanzado al viento puede ir a parar a cualquier lugar, tirado desde lo alto de una montaña puede dar lugar a una avalancha, dejado en el suelo puede hacer que alguien resbale y salga malherido. Los rumores perniciosos pueden hacer caer a grandes y pequeños personajes. Los rumores benévolos pueden enaltecer a las personas.
Hay individuos o grupos que funcionan como sistemas de transferencia de información, más rápidos y eficientes que cualquier tecnología de comunicación moderna. Toda empresa los tiene. Es una cualidad innata a ciertas organizaciones. En mucho casos el sistema además, valora y modifica la semántica de los datos que maneja, cambiando total o parcialmente el mensaje. El receptor de la noticia suele ser alguna alta esfera del negocio, lo cual desencadena una serie de reacciones que habitualmente no son positivas, sobre todo para el elemento pasivo objeto del rumor. Mi empresa no era diferente a otros comercios en este sentido. Teníamos desde tiempo inmemorial nuestro "componente activo" creador, centralizador y distribuidor de rumores. Con el tiempo se fueron añadiendo nuevas personas a este "departamento" que funcionaba como entidad propia al margen de la propia organización. Lo más curioso es que cada uno funcionaba de forma independiente organizando un caos y un despropósito impresionantes con sus acciones orales.
Comenté en otras entradas que el acólito número 1 tenía ciertas dotes de comercial, lo cual tiene sus ventajas y sus desventajas. Gran parte de los clientes siempre preguntaban por él. De hecho cuando se fue, hubo clientes que me pidieron que les diera su teléfono porque preferían seguir haciendo negocios con el acólito antes que con mi jefe. En esos momentos la situación económica del negocio era vox populi, de manera que ofrecíamos poca o ninguna confianza como empresa.
Al dejar el acólito el negocio, el único comercial que quedaba era el gerente. Tenía sus aptitudes para tal tarea, por supuesto, magnificadas por el mismo. No lo pongo en duda ni dejo de ser crítico. El caso es que en ese momento no había nadie que pudiera responder a sus palabras.
Durante muchos años el sistema "rumorológico" de la empresa había transferido importantes cantidades de chismes hacía la cúpula de la empresa, razón por la cual ahora entiendo parte de los recelos del gerente hacia ciertos empleados, entre lo que yo me encontraba. No digo que fuera de manera "intencionada", pero provocaba desconfianzas sin fundamento que perjudicaban principalmente a los pringadillos. Por otro lado, el jefe era usuario habitual de este entramado, dejando caer comentarios que pudieran ser oídos fácilmente y distribuidos hacia su receptor final, es decir, los trabajadores.
Una compañera, conocedora de sistema de comunicación interno, decidió hacer un experimento. Tal vez quería poner a prueba a ese "departamento" de la empresa que había estado al margen del resto de compañeros y ahora que las cosas iban mal, había cambiado de opinión, tratando de acercarse y conocer la postura de los técnicos sobre todo lo que estaba ocurriendo. El experimento consistía en contar un chisme al núcleo de distribución de "cuentos" y determinar el tiempo que tardaba en llegar tal comentario al gerente. El resultado no se hizo esperar. A los pocos días hubo una reunión. Aunque no estaba en el orden del día, mi jefe realizó otra de sus sorprendentes salidas de tono, vociferando: "Por que sé que hay un rumor por aquí circulando que dice que el acólito era mejor comercial que yo y que traía a más clientes. Eso es falso, yo soy quien más clientes ha conseguido para la empresa y soy mejor comercial". Estaba muy enfadado porque el rumor le había fastidiado tremendamente. Nosotros nos quedamos mirándolo, tratando de entender la razón de ese comentario, que por otro lado no tenía que ver con lo que se estaba hablando en ese momento. Mi jefe no podía aguantar para soltarlo. A saber cuanto tiempo llevaba con ganas de decirlo. Luego nos enteramos que ese chisme había sido un experimento para comprobar quien y como le contaba las cosas al jefe, y cuanto tardaba en hacerlo. Fue todo un éxito.

10 comentarios:

Kt. dijo...

Antes de leer el post y para retomar el hábito de ser la primera en espiarte, Ah perdón en comentarte jajaja.. quiero decirte mi querido ERKE que no me había fijado que por allá abajo ya me has respondido algunos comentarios!
Y fíjate que si conseguí el video en youtube jajajajaja cuantos paga para que no lo suba en mi próximo post! jajajaja hablemos de negocio! jajajajaa jajajajaja jajajjaa...
Ahora si me voy a leer el recien sacado del horno...

Kt. dijo...

Aqui vuelvo después de comerme lo que acabas de sacar del horno...

**** NO, que a este le pongo cinco estrellas porque mira que el experimento le salió muy bien a quien lo planificó jajaja.

** Mira que tu jefe era un pobre acomplejado! que, que importa quien trae más o menos clientes, que mal cocepto tenía del trabajo en equipo.

** Sobre el tema del chisme o rumor, en lo particular lo tomo dependiendo de quien venga!

** A propósito del tema, por aquí se dice mucho: "Yo guardo plata pero chisme no" JAJAJAJAJAJAJA

** Ya estrañaba mis ecos en tu blog jajaja

Besos Erkemao! hora de dormir!

Kt. dijo...

Otra vez yo!.. Vengo de mi blog y ahí te respondí la pregunta que me has hecho en el post "La pregunta de las mil respuestas"... Y fíjate que me hiciste una que no le tenía respuesta prediseñada!
Besos!

Anónimo dijo...

La imagen que has elegido, no podría ser más graficamente representativa: Jaffar (el gerente) y sobre su hombro el elemento informativo interno nº1.

Que penita que me dan (los integrantes de ese núcleo informativo) porque a partir del cierre de ACME S.A. tendrían que empezar a trabajar "de verdad"...

Anónimo dijo...

Es evidente que el jefe es una persona con serios trastornos psicológicos. Por todo lo que se lee en los relatos, es fácil darse cuenta que se trata de una persona que no está en sus cabales. En algunos posts, como en éste, sus actitudes no me inspiran sentimientos de odio ni de bronca hacia él: me inspiran pena, lástima.

A ustedes desde adentro de la empresa no les pasaba lo mismo?

Erkemao dijo...

jajaja, súbelo y me haces famoso, que en este país en el que vivo la mayoría de los que llegan lejos es haciendo golferías ;)
por cierto, hola kt :D
* El experimento fue muy muy bueno. Animo todo currante de buena voluntad a realizarlo en su lugar de trabajo, para conocer la eficiencia del sistema interno de distribución de rumores. Una buena empresa es aquella en la que la información fluye con rapidez XDD

** Mi jefe siempre tenía que ser el mejor en todo, y siempre tener la última palabra, por lo tanto si había méritos tenían que ser suyos. total, los demás éramos simples pringadillos. De todas formas el hombre nunca dijo nada malo de los empleados, hasta que estos salían por la puerta para no volver nunca más. Se guardaba mucho de expresar opiniones negativas sobre la gente, pero cuando el tiempo pasaba... se le escapaban.
¿A lo mejor soy indiscreto y despotrico demasiado sobre una persona? No lo creo, básicamente porque me parece que soy suficientemente objetivo en lo que expreso, y tengo argumentos y opiniones de otras personas, pero bueno, al final es el lector el que debe hacerse su propia idea.

** jejeje, buena frase.

Saludos. Que descanses.

Erkemao dijo...

nasghoul, cada uno tira para lo suyo y no se mezcla con los demás, pero claro, que cuando las cosas van mal, que uno cambie de opinión y vea conveniente tomar posturas comunes, es un poco cara. Al final todos estábamos en el mismo barco que se hundía y yo no tenía problemas en echar un cabo al que fuera. Ya sabes que no me llevaba ni me llevo mal con nadie, excepto con una persona. ;)

Erkemao dijo...

fede, a mi los sentimientos que me producía eran los peores, porque cuando miras atrás (a veces es mejor ejercicio no hacerlo) y te das cuenta de como te han tratado y de que a pesar de que dejas claro que ya no lo permites más, te siguen intentando tomar el pelo (ya lo contaré), como que te enfadas más.
Otra cosa que me ensanguinaba era ver como el sujeto se quejaba una y otra vez (cuando las cosas iban mal) de "agravios" que decía que le hacíamos los empleados; cuando fue él, el que durante muchos años nos agravió a unos cuantos compañeros, y por aquel entonces lo hacía a impune e intencionadamente.
Saludos y gracias por comentar.

O de FLANEURETTE dijo...

has estado viendo "redes" ultimamente? lo mismo de lo que hablas pero en version teoria-dura...este punset es un adelantado!salu.s

Erkemao dijo...

jejeje, buenas pelao. No he visto "redes", pero estará interesante buscar el programa para echarle un vistazo.
Gracias.
Saludos.