21 enero 2007

La moto

Nuevamente espero sorprenderles a todos ustedes que se acercan a este espacio de rocambolesca narración. Sé que más de uno me dirá después de haber leído este post: ¡si yo te contara...". Pues no se corte y expóngalo, que para eso están los comentarios. Seguramente a más de un currante y a más de un empresario le sonará esta cantinela: "yo te hago el trabajo y tú me das...UNA MOTO". Y el CASCO :-D Entremos en antecedentes. Hace relativamente poco tiempo en un lugar algo lejano de mi empresa, mi jefe decidió obtener un nuevo tipo de beneficio (para él). Amante de las dos ruedas, creo que no pudo resistir la tentación. Había una empresa que se dedicaba a la venta de motocicletas de todo tipo, menos las choperizadas (que no recuerdo haber visto ninguna expuesta). Ese negocio de alguna forma se puso en contacto con mi jefe o viceversa a través de un intermediario, que también acabo enfadado con mi jefe, como hacía todo el mundo al cabo del tiempo. Según las informaciones de que dispongo llegaron a un acuerdo, para poner un par de ordenadores, tirar algunos cables de telefonía y configurar una red sencilla, un programa de facturación, darle de alta en un dominio de Internet, habilitarle un alojamiento y crearle una página web muy simple. Pero el pago no se haría en dinero contante y sonante, sino que se realizaría en especias, es decir, una moto, una chaqueta y un casco (y puede que algo más). Si no me equivoco ese fue el regalo de Reyes del gerente. La moto no era precisamente una Vespa. Ahora se harán una idea de porqué teníamos muchas veces problemas económicos. Un lector nos dejó un comentario en el cual se imaginaba algo de esto. Aquí está la confirmación ;) Para la realización del cometido se envió a uno de mis compañeros un día entero (sólo en desplazamiento eran más de dos horas). Tuvo que trabajar poniendo canaletas para cables a muchos metros de altura sobre una escalera que oscilaba con el fluir del aire. El taladro que teníamos estaba quemado y mi empresa no se gastaba unos míseros euros en reponerlo. Para trabajar, mi compañero tuvo que llevar un taladro como 3 veces más grande de lo normal, que ahora no sé como se denomina, y además, hacer malabarismos con ese armatoste, que ni el propio Rambo podría sostener sin cansarse rápidamente. Después me tocó terminar ciertos detalles pendientes, y también me las tuve que ver con esa escalera basculante. Ese fue uno de los trajines que realicé en una serie de tres días, donde se demuestra el abuso a que nos sometía la empresa. En un par de entradas contaré como regresaba cada jornada a la 1 ó 2 de la madrugada, gracias a que el gerente y sus secuaces no tenían límites a la hora de mandar trabajos. En su momento busqué facturas de esa empresa, pero no encontré ninguna. No digo que no las haya, pero mi búsqueda en el programa de facturación no dio resultados, por lo menos con el nombre o dirección de esa empresa del motor. Para mi jefe, tampoco todo iban a ser alegrías. Se encontró con que el comercial de esa empresa, que era el que dirigía realmente el tinglado, tenía muy malas pulgas y era mucho más ###### que él. De esta forma lo estaba llamando cada dos por tres al móvil, para gritarle y exigirle que terminara los detalles que mi empresa había "olvidado" realizar. Una vez me dijo con cara de pena: "es que me llamó en medio de una reunión muy importante y me gritó. Tuve que salir de la sala para que el resto de la reunidos no se enteraran de lo que pasaba. Eso no son formas." (politiqueos). ¡Ay qué pena más grande!¡Pobrecillo! X-D Recuerdo también que llegado el momento de renovar el dominio de Internet de ese negocio de motocicletas le pregunté al gerente, y con cara de mosqueo me dijo:¡NO! Me parece que después de todo se quedó sin chaqueta para la moto.

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