16 enero 2007

La mudanza

Otro hecho significativo de ese año 2001, concretamente en el mes de septiembre, fue la mudanza de local. Cambiamos de nuestro oscuro y pérfido garaje, lleno de suciedad, polvo y fauna endémica, a un nuevo recinto, no demasiado lejos ( en la esquina) que era una "gozada". ¡Vamos a ver! Era como salir de una mazmorra, para acabar en un palacio. Grandes vidrieras a cada lado de los dos salones. Suelo de parket (o como se escriba, estos días no estoy muy ducho en estas lides). Amplio, luminoso, con mobiliario nuevo. Limpio, ventilado. Con baños para chicos y para chicas, y para el jefe, por supuesto. Con dos sótanos: uno para la mercancía y otro para las cosas viejas y la furgoneta. Además contábamos con dos plazas de aparcamiento para el coche del jefe y de la empresa, y varios sótanos más abajo (en un parking privado) plazas de garaje para todos los miembros de la empresa que poseyeran vehículo. Todo, con acceso al garaje, mediante puerta cerrada que se abría con un mando electrónico (pero con cierta inseguridad, porque se produjeron robos y altercados en ese garaje). A nivel de los técnicos, cada uno tenía su mesa propia, con muchas gavetas para poner las cosas, y no como antes que tenías que dejar los útiles donde pudieras y cupieran. Teníamos un armario modular con mucho sitio para poner los productos de venta al público, tales como cables, tintas, adaptadores y otros elementos. Teníamos mucho espacio y nos habían obsequiado con unas sillas nuevas, rotatorias (aunque no recuerdo si eso fue más tarde). Teníamos enchufes, regletas, tomas de teléfono y de datos para cada uno. Hasta mi compañero pringadillo que llevaba el tema electrónico, tenía dos mesas para él (y eso que a este compañero lo tenían más puteado que a mí). Ahora además, nos habían puesto unas vitrinas para exposición de productos, que servían como separadores entre nosotros y los clientes, y no como poco tiempo atrás que tratábamos con los clientes saliendo de las ratoneras en las que realizábamos nuestras labores. Era un poco más frío para el trato, pero nos daba una cierta seriedad como negocio y no perdíamos totalmente la "camaradería" que teníamos con los interesados.
Por esa época, estaba de vacaciones, así que "me perdí" la mudanza. Creo que es de lo poco bueno que me sucedió en esa empresa. Lamentablemente, donde unos disfrutan, otros lo sufren; así que fueron mis compañeros los que tuvieron que hacer el traslado de toda la mercancía, objetos de la oficina y mierda en general. Bueno, no todos. Sólo los pringadillos. Los empleados de rancio abolengo, alcurnia y cierto egocentrismo se salvaron de tales menesteres, como es obvio pensar. Espero que mis compañeros de esa época, me puedan socorrer y decirme como les fue en esas tareas.
Para mí lo más importante, aparte de irme a un sitio "mejor", fue que me perdieron todo el software que había tardado años en recopilar. Me habían extraviado los utensilios y materiales que usaba, las notas, los útiles... todo. Cuando regresé cogí un mosqueo de padre y señor nuestro. Se lo comenté a uno de mis compañeros y me contestó: " el jefe nos dijo que cogiéramos todo y lo reuniéramos y que además de aquí en adelante nos tenemos que encargar de todo el material (software) de modo que si quieres algo, lo tienes que pedir". No me lo podía creer, con lo que me había costado reunir todo aquello, sin que me lo quitaran cada dos por tres... y ahora era como empezar de nuevo, con la salvedad de que tenía que pedir permiso para utilizar el material (drivers, programas...) que necesitaba para hacer el trabajo. Además no podíamos usar Internet, tal y como nos pasaba en el otro local de forma que si quería conseguir algún driver*, también lo tenía que pedir. Era la absurdidad llevada a lo absurdo. En un intento por organizar todo, la empresa estaba haciendo justo lo contrario... poner controles a lo que no se tenía que controlar, porque entorpecía el trabajo. En la empresa nadie se iba a dedicar a navegar por la red todo el día, o a chatear, o a jugar (bueno... alguno). Y bien, si alguien lo hacía un día.. ¡qué más da! Se tiene a los empleados currando más horas de lo estipulado, no se pagan horas extras, no se tiene un sueldo mínimamente apropiado... Demasiadas restricciones favorables para el negocio y pocas para los empleados. Ciertamente, la balanza no estaba compensada. Con tanto control y burocracia luego se podría quejar, el jefe, con razón de que no hacíamos las cosas con rapidez.

* Un driver es un software que sirve para comunicar un dispositivo o periférico con un sistema operativo. Así en plan bueno, bonito y barato. Para el que no esté muy relacionado con la informática, se podría explicar con el siguiente ejemplo: cuando enchufamos una impresora nueva al ordenador, suele salir un aviso de que se ha encontrado un dispositivo y se necesita el controlador (inserte el CD y bla bla bla). Pués en el CD viene el "programita" que sirve para decirle al ordenador: "¡Eh mira! ¡Soy la impresora Acme XYZ y funciono de esta manera!, porque claro, cuando has enchufado el aparato por primera vez, el ordenador se queda mosqueado diciendo..."¿Qué o Quién eres tú?", y se necesita un relaciones públicas que haga las debidas presentaciones. Además tiene que ser un relaciones públicas válido, que conozca a las dos partes. No vale el primero que pase por allí, que seguramente no sepa quien es el ordenador y quien la impresora.

PS: La imagen de las cristaleras está muy chula, pero no se parece en nada a mi empresa :D, sólo pretendía ilustrar la sensación de estar dentro de una cueva a tener luminosidad ;).

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