Este es otro de los temas que se habían quedado en el baúl de los recuerdos del blog. Sin duda uno de los principales argumentos de la "aristocracia" empresarial de Acme S.A. Manido y repetido en innumerables ocasiones a lo largo de los años. Era el elemento coercitivo para "animarte" a realizar trabajos en contra de tu voluntad o más a allá de tu contrato y responsabilidades. El acólito número 1 lo usaba de la manera indiscriminada hasta el final de sus días en la empresa, y tal vez fue víctima de su propio discurso.
La "fe" era la política de la empresa, los pasos a seguir, el discurso a pronunciar, lo que había que vender a los clientes, lo que teníamos que pensar los trabajadores. Era un concepto algo extraño. Cuando un pringadillo era conminado a realizar ciertas actividades, éstas se hacían en función de la "fe" y como acto de "fe" hacia la organización. Realmente no se trataba de actos sectario-religiosos, sino que fue un término usado para intentar hacer entender que todo lo que se hacía y por lo que se venía a trabajar era "el bien y prosperidad de la empresa", es decir, de unos pocos. Acuñado por el acólito, era constantemente citado en cada trabajo, para cada software que la empresa quería promocionar, para cualquier hardware con el que la empresa ensamblara los ordenadores. Si se traían unas placas base de una marca determinada y a los técnicos no nos gustaban porque daban problemas, estábamos saliéndonos de la "fe". Eso molestaba al jefe y al acólito. Nos decía: "esta es la "fe" de la empresa", como afirmando que esa marca y ese modelo eran "muy buenos" o era lo que la empresa quería vender y no había lugar para la crítica o la discusión por muy evidente que fuera su mala calidad. Es un ejemplo más de la absurdidad de las marcas, que era parte del planteamiento de la "fe". La misma cantinela todos los días llegaba a ser cargante e irritante. A parte de tomadura de pelo, coartaba la opinión de los trabajadores, sobre todo de los pringadillos que éramos los que más sufríamos luego las meteduras de pata de la "fe". Esta "fe" nos supuso multitud de broncas de los clientes, horas y más horas extra para solucionar los problemas, quebraderos de cabeza, espantada de clientes y despotismo y desprecio por parte del gerente. Con la marcha del acólito, ya no se volvió a pronunciar esa frase. Parece que ya no había "fe". El gerente que en su momento había practicado con ansia la "fe", es decir, fastidiar a los pringadillos y a los clientes, dejó de lado su "religiosidad" cuando necesitó apoyarse en aquellos a los que había estado sometiendo con alegre y superficial parlamento. Cuidado con los "actos de fe" en las empresas, porque sólo benefician a unos pocos.
La "fe" era la política de la empresa, los pasos a seguir, el discurso a pronunciar, lo que había que vender a los clientes, lo que teníamos que pensar los trabajadores. Era un concepto algo extraño. Cuando un pringadillo era conminado a realizar ciertas actividades, éstas se hacían en función de la "fe" y como acto de "fe" hacia la organización. Realmente no se trataba de actos sectario-religiosos, sino que fue un término usado para intentar hacer entender que todo lo que se hacía y por lo que se venía a trabajar era "el bien y prosperidad de la empresa", es decir, de unos pocos. Acuñado por el acólito, era constantemente citado en cada trabajo, para cada software que la empresa quería promocionar, para cualquier hardware con el que la empresa ensamblara los ordenadores. Si se traían unas placas base de una marca determinada y a los técnicos no nos gustaban porque daban problemas, estábamos saliéndonos de la "fe". Eso molestaba al jefe y al acólito. Nos decía: "esta es la "fe" de la empresa", como afirmando que esa marca y ese modelo eran "muy buenos" o era lo que la empresa quería vender y no había lugar para la crítica o la discusión por muy evidente que fuera su mala calidad. Es un ejemplo más de la absurdidad de las marcas, que era parte del planteamiento de la "fe". La misma cantinela todos los días llegaba a ser cargante e irritante. A parte de tomadura de pelo, coartaba la opinión de los trabajadores, sobre todo de los pringadillos que éramos los que más sufríamos luego las meteduras de pata de la "fe". Esta "fe" nos supuso multitud de broncas de los clientes, horas y más horas extra para solucionar los problemas, quebraderos de cabeza, espantada de clientes y despotismo y desprecio por parte del gerente. Con la marcha del acólito, ya no se volvió a pronunciar esa frase. Parece que ya no había "fe". El gerente que en su momento había practicado con ansia la "fe", es decir, fastidiar a los pringadillos y a los clientes, dejó de lado su "religiosidad" cuando necesitó apoyarse en aquellos a los que había estado sometiendo con alegre y superficial parlamento. Cuidado con los "actos de fe" en las empresas, porque sólo benefician a unos pocos.
8 comentarios:
Parece que lo bueno en la "fe" de la empresa era comprar barato (con dudosa calidad) y vender caro sin escuchar a los miembros del "equipo" (de gran importancia) que si conocen cual es el valor real de vender equipos armados.
Parece que la "fe" se esfuma con su "predicador" cuando los resultados demuestran la realidad.
Estos actos de "fe" me hacen acordar a la importancia que tienen los valores en una empresa, son como los cimientos que hay que respetar y cumplir aunque en este caso esta muy mal implementado. "Cagar" a los demás tarde ó temprano va a arruinar el negocio además de lo relacionado en su entorno. Si quería vender la empresa cuando estaba con el agua al cuello se va a desilusionar al ver que el comprador "soñado" jamás llega. Solo en extremas excepciones sucede que lo compra algún "despistado".
Que buen contenido, como asimilas las situaciones y las expones. Envidio esa capacidad de absorción y expresión.
Amigo ERKE que casi pierdo los modales y por poco digo una palabrota! jajaja pero recapitulé...
"solo puede hacer juicio de valor el experto", a esto sin agregar más, ya lo ha dicho todo Guillo.
Ahora le correspondía a él (el gerente) así no la tuviera, empezar a tener fe en el lo que le quedaba, ustedes!... En el fondo tu jefe sabía o empezaría a darse cuenta que no tenía otra salida y después de todo la empresa había y estaba sobreviviendo gracias a los pringadillos....
AY! que no te pierdas, que no te pierdas jajajaja
Besos y feliz domingo!
ERKE, vine a dejarte una invitación para que leas mi post "El galardón", es un meme te he mencionado porque eres mi blog favorito, más no pretendo que sigas la cadena...
Besos y que tengas un buen comienzo de semana!
Kt, te cuento que quise comentar en tu blog, pero me encontré con la sorpresa de que sólo acepta comentarios de bloggers! No seas discriminadora! jajaja! Voy a tener que abrir una cuenta en Blogger (había abierto una hace tiempo pero quedó ahí abandonada la pobre!).
Se te ve muy guapa en tu foto actual en blanco y negro...y en las anteriores también!
Saludos desde ARG.
Ay Fede, tienes razón, así lo configuré, disculpa... pero tienes mi correo a la vista, también puedes escribir ahí..
Uhmmm no me gustaría cambiar la configuaración por aquello (precisamente) de que no comenten anónimos o personas con intenciones diferentes a los buenos modales, sabes?... Pero, nada! crea tu cuenta y vuelves a visitar jajaja
Besos y gracias por lo de la foto!
guillo, la fe desde mi punto de vista y en mi empresa, era además la coacción al pringadillo. Esto se hace porque es la "fe" no porque esté bien, o sea provechoso, o te haga mejor, o lo que sea, sino porque son las pautas que siguen los dirigentes de la empresa y son las que supuestamente les convienen... " a ellos".
Me abrumas con tanto halago. La verdad es lo mío no es escribir, pero si se entiende, me doy por satisfecho.
Gracias y saludos.
kt, sí que se dio cuenta de la importancia de los que trabajábamos allí... pero demasiado tarde. qué se le va a hacer!
oye, que ibas a decir?? jajaja
Si está en el diccionario no es una palabrota :D
Feliz lunes ;)
kt, le echaré un vistazo al "meme". Por supuesto que te leo siempre que puedo, así que tarde o temprano lo iba a ver :D
Buen comienzo y semana completa para ti también.
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