13 junio 2007

Más trabajos gratuitos mientras la empresa se hunde

Otro nuevo testimonio para reír, llorar, o llorar de la risa. A ver como se los explico sin que me apedreen el blog... Tú conoces a gente que tienen una organización más o menos conocida, más o menos antigua y más o menos elitista. Son clientes tuyos. Ellos, además, conocen a más gente, que conoce a más gente que se mueve dentro del rancio abolengo*. Como te gusta presumir y aparentar, les estás haciendo la pelota todo el rato. Ellos te imponen ciertas pautas y tú las sigues, sin considerar siquiera mantener tu postura como persona a respetar. Les haces un trabajo importante, por el cual cobras poco. Por si no fuera suficiente, luego se quejan de que no les gusta el trabajo. Lo hacen después de haberlo aceptado. Tú como no quieres que te excluyan de su círculo o de las "posibilidades" que ofrece ese círculo, cedes y aceptas su chantaje. Repentinamente apareces un día en el trabajo, del cual eres jefe y les dices a los empleados que tienen que ir pensando en hacerle un nuevo trabajo a esos "amigos" y además gratuitamente. Pero ¡vaya! resulta que tu empresa se está yendo al abismo, no has pagado a tus empleados y las posibilidades de cobrar y de conseguir que el negocio al menos no caiga más, dependen de que los trabajadores puedan terminar los proyectos que sí les van a remunerar. Pero ¡no! como tú tienes en mente unos objetivos más sublimes, sigues dando "la lata" para que los empleados atiendan a quien no les va a dar de comer. El fin de esta historia, entre otros, acaba con unos técnicos enfadados por tus tonterías.
Pero ricemos el rizo. Imagínense que tienen un cliente al cual le hacen un trabajo. Se tarda bastante tiempo, pero al final, el interesado acepta todas las condiciones. Con la confirmación de éstas, se realiza el proyecto. Se le presenta, se le entrega una documentación y una ayuda que ni siquiera debiera tener, se instruye a un empleado de esa entidad en el manejo del software y se (siguiendo las indicaciones del cliente) terminan y entregan unos cuantos detalles más. El cliente ha abonado parte de lo convenido y puesto que ya está terminado el trabajo, se pasa a cobrar lo que resta. La respuesta de la entidad es: "no te pago porque no me gusta o no me parece que esté terminado". Tú vuelves con el rabo entre las patas a la empresa. Al final el cliente tiene su nueva y flamante página web y a mitad de precio. Teniendo en cuenta nuestros apuros económicos y que el trabajo había sido finalizado conforme a las exigencias del cliente, lo que deberías hacer es evitar cualquier insulsa diplomacia y directamente deshabilitarle la página web y poner un texto en el que se explicite la causa del cierre, es decir, "morosidad o impago". Pero claro, son un selecto club del cual te gustaría formar parte y codearte con sus socios, así que te aguantas y dejas que te tomen el pelo. Esta es mi opinión. ¿Eres tú a quien me refiero? O_o


* Según wordreference.com

abolengo

  1. m. Ascendencia de una persona, especialmente si es ilustre:
    una familia de rancio abolengo.
  2. Herencia procedente de los antepasados:
    bienes de abolengo.

4 comentarios:

Kt. dijo...

En mi pueblo a esas personas se les llama "Chupa medias"... Mira que realmente perder la dignidad, codiciar la fortuna de otro (los de abolengo) y fantasear con ella es un acto de una persona que no merece ni su propio nombre.

Y lo peor es que con sus insensateces arrastraba la estabilidad de sus empleados...

Uhmm ¿Es de mi de quien hablas?... Uy! ¿Soy yo la mala? jeje

Besos Erke...

Anónimo dijo...

Ante cada una de esas situaciones, ¿ustedes no le expresaban su opinión al jefe, sobre qué era lo más conveniente para la empresa? ¿Nadie se animaba a sugerirle que se estaba equivocando en sus decisiones? ¿O lo hacían pero él los ignoraba?

Erkemao dijo...

kt, parece ser que mi jefe se había criado en un ambiente pudiente hasta que las cosas cambiaron. Aunque daba la sensación y afirmaba que era más bien "campechano", creo que consciente o inconscientemente deseaba otro status, moverse dentro de otros círculos y ser aceptado dentro de ellos. Conjeturas mías. No dejé de decírselo en la reunión, y parece que le molestó bastante, así que pienso que algo de certeza tuve que tener para conseguir esa reacción contraria tan brusca, en un encuentro en el que le expresé temas más contundentes.

Mmmm, si no te has hecho un cambio de sexo y cambiado el nombre... no creo que seas tú :P ;)

Gracias por comentar cada día.

Besitos.

Erkemao dijo...

fede, los acólitos no hacían más que darle palmaditas en la espalda y decirle que sí a todo, con lo cual el gerente se creció y se creció y se convenció de que sus ideas eran no sólo buenas, sino además magníficas. Los demás nos callábamos para que no nos mortificara. Pero, a estas alturas de la historia, ya no le pasábamos nada. Había un compañero, que decía en voz alta y sin tapujos, que si era idiota o estaba loco y que no pensaba perder el tiempo haciendo "trabajos gratuitos" para nadie. La coordinadora también le echaba broncas de vez en cuando. Su mundo fantasioso era atacado por todos loslados. Ya no le hacíamos caso y tratábamos de buscar las soluciones por nuestra cuenta, puesto que en quien mejor podíamos confiar, era en nosotros mismos.