11 junio 2007

Nadie apuesta a caballo perdedor

¿Cuánto tiempo se puede esconder una mala situación sin que nadie se entere? Mucho o poco, depende. Hay quienes saben llevarlo bien y sólo unos pocos perspicaces e informados son capaces de darse cuenta de lo que pasa en el interior y hay quien no lo puede ocultar porque es demasiado obvio todo lo que pasa. En este contexto, todo fluye de una manera muy rápida, sin que dé tiempo a nada. Cuando crees haber escapado de una situación comprometida, otra más grave hace su aparición. Mi empresa no iba a escapar. Los acontecimientos se precipitaban de golpe y en masa, llevándose todo vestigio de supervivencia. Así los rumores se extendieron como la pólvora. Hasta los clientes más lejanos tuvieron noticias de nuestros problemas. Esto derivó en una serie de llamadas constantes, todas con el mismo mensaje: "Hemos trabajado bien con ustedes, pero en este momento no nos dan garantías de poder atendernos en el futuro". Los clientes se iban y no podíamos darles ninguna buena razón para que se quedaran. Todo quedó en cumplidos y buenas intenciones: "Si más adelante la empresa vuelve a ir bien, estaremos en contacto". Ya casi sin clientes, ¿qué futuro iba a tener la empresa? ¿otro caballero blanco? ¿otra solución desesperada en el último momento? ¿la venta de los locales para sanear la economía de la empresa, y buscar alguna oportunidad empezando de nuevo en un garaje? El jefe seguía contándonos bonitos cuentos: "tal y como lo veo, en poco tiempo habremos salvado la situación, en un par de meses más tendremos funcionando todos los productos y de aquí a final de año estaremos rumbo a la Luna"... Supongo que para unirnos al resto de los lunáticos.
Mientras tanto algunas de las frases y palabras que se le escapaban, incrementaban mi desconfianza y si las cosas salían como él quería, más de uno se quedaría en la cuneta. Ciertamente mi pensamiento era siempre negativo. Me lo había enseñado la experiencia.


5 comentarios:

Kt. dijo...

** Jajajajajajaja otra vez las fotos ERKE, me gusta los perritos con largándose con sus cuatro trapos, bueno, lo de los cuatro trapos lo inventé yo, pero es que imagino que algo así era lo que le quedaba a ACME.

** La verdad que para unirse a los lunáticos y tu pesimismo estaba bien justificado....


BESOS ERKE.

PD: vengo a pedirte que regreses la rosa azul que te llevaste de mi blog jajaja la tuya es la amarilla y está en otro post jajaja Fíjate en lo que lees jajaja (POST: esto no lo esperaba, una entrevista)... Niño malo!

Anónimo dijo...

Cuando el barco se hunde, las ratas lo abandonan, pero siempre hay algunas ratas despistadas que se acaban ahogando... jejejeje

Saludos mr. ErKe!

Anónimo dijo...

Bueno, bueno... ahora resulta que el culebrón está aquí en los comentario...

Erkemao dijo...

wenas kt, pues casi que como nos descuidáramos y "según" las paranoias de mi jefe, le "debíamos" dinero. XDD

** todo era fantasia y realidad virtual en mi empresa. ;)

** ups, perdona niña, ya te la devuelvo.. O:)

Besos.

Erkemao dijo...

nasghoul, XDDD

Creo que se trata del "más vale malo conocido que bueno por conocer". La capacidad de absorción y alianmiento de ese ser era tal que a veces no dejaba ver más allá de la empresa. Suerte que la sangre fresca que entró en la empresa y que ya conocía las vicisitudes laborales nos decían que "hay vida más allá de Acme S.A."

Saludos.

Culebrón? :P