06 enero 2007

Algunas meteduras de pata II

Otro suceso fatal, parecido al contado anteriormente fue la pérdida de toda la información de una cliente. Absoluta. En este caso, no pudo repararse el daño. Ese día me sentí realmente mal conmigo mismo al ver los llantos y la desesperación de la cliente.
Como siempre, se me dijo que tenía que hacer una copia de seguridad de unos datos de una cliente y formatear e instalar un sistema nuevo en su disco duro. Después de un par de malos sucesos como el mencionado ayer, me dediqué a hacer 2 copias de seguridad de los discos duros íntegros, antes de borrar nada. Gracias a que mi empresa era más bien tacaña y agarrada en medios, ese día no disponía ni de ordenadores ni de discos para poder hacer la copia. Sólo un disco duro de baja capacidad y un ordenador de algún cliente, como máquina para copias, si no recuerdo mal.
Mi rabia desde siempre fue provocada por no entender ciertas posturas de la empresa. Ofertaba a los clientes salvar sus datos, sin coste alguno, asumiendo la responsabilidad de las pérdidas de datos en muchas ocasiones; pero de cara a los trabajadores, decía que eso no era problema nuestro. Esto se traducía en que cuando había fallos, el jefe no ponía la cara y dejaba la tuya para los golpes. Si no disponíamos de los medios para garantizar esas copias, ¿por qué se ofertaban a los clientes? ¿por qué cada dos por tres, y cuando conseguíamos con piezas de segunda mano montar un ordenador para realizar copias de seguridad, se nos "insultaba" y se nos quitaba ese equipo para venderlo por poco dinero? ¿por qué no se respetaba nuestro trabajo y se nos ponía en situaciones comprometidas? Estas son muchas de las cuestiones que hacen que arda por dentro cada vez que las recuerdo. Esa forma tan miserable de dificultarnos el trabajo, de tirarse piedras a su propio tejado por parte del gerente, que se supone que es su empresa y su sustento.
Como iba diciendo, realicé la copia de datos (o al menos eso es lo que creo). Procedí al formateo e instalación de un nuevo sistema. Cuando fui a restaurar los datos otra vez, estos no estaban. Nueva sensación de ahogo. No podía ser. Yo los había guardado en un disco duro a parte, ¿o tal vez no?. Sea lo que sea que sucedió, los datos no estaban. Lo achaqué a una corrupción de ese disco, que había perdido la información. Si como yo quería, se hubiera hecho una segunda copia de seguridad, esto no habría sucedido, pero NO, mi empresa daba servicios a los clientes, pero no medios a los técnicos, y luego...¡ A joderse!
Tuve que ser yo el que le dijo a la cliente que había perdido la información y que esta no era recuperable. Era un tesis doctoral. Más de dos años de trabajo, perdidos. Pocas veces me sentí tan mal como en aquel momento. La cliente estaba totalmente destrozada, lloraba como si le fuera la vida en ello. Un espectáculo dantesco. Horrible. Me sentía el mayor villano del mundo, francamente miserable y mal. Con el tiempo he comprendido que no era culpa mía al 100%. ¿Cómo podía mi empresa lavarse la s manos? ¿por qué ofreció esa seguridad a un cliente, si no pretendía cumplir el servicio con garantías? ¿hasta que punto la responsabilidad de los datos es de los clientes, si no se les advierte de que al arreglar un ordenador se pueden perder? más aún, ¿cómo podemos evitar la responsabilidad de la pérdida si nos hemos comprometido a su protección?
El gerente era totalmente voluble en sus acciones y posturas. Un día te decía que los datos eran de los clientes y ellos eran sus custodios y otros te decía que había que salvar toda la información, pero sólo no te proporcionaba los medios, sino que además te los quitaba si los tenías. Lo lógico para mí sería: o rehusar a arreglar el ordenador en caso de pérdida de datos una vez advertido el cliente, o cobrar por rescatar esos datos, pero dando plenas garantías. El caso es que yo fui quien tuvo que pasar el mal trago, independientemente de mi responsabilidad. La empresa, como siempre, no estuvo allí para defenderme.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En mi ya por fin ex-empresa la situación no está mucho mejor. Los datos se salvaban gratis, nunca había problema, todo eran mil maravillas a plantear al cliente.

En la práctica cambiaba la cosa y mucho. No había que perder mucho tiempo en eso, que no se cobraba. Medios para la copia de datos, pocos tirando a ninguno. Nada de equipos dedicados para... el único equipo dedicado para era el de taller: para descarga de drivers y software, recibir consultas de clientes, avisos de incidencias y envío de presupuestos. Como mucho un par de discos duros: de 10 y 80 Gb. Con eso debía recuperar los datos de discos de tamaño muy superior. ¿Cómo? A veces con mucha imaginación y paciencia. La mayoría de las veces, usando discos de otros clientes que solo querían una instalación limpia o discos "nuevos" para alguna reparación o ampliación, que al final más que nuevos eran bastante trotados o de rma. Siempre intentando hacer la instalación en otro disco y no directamente en el del cliente (tragué mucho por culpa de clientes que se acordaban de que tenían que salvar algo demasiado tarde).

Encima había que aguantar estoicamente la típica preguntita de "qué hace aún aquí este equipo" cuando no había forma de recuperar los datos y había que esperar a que hubiese medios... O las broncas cuando no se podían recuperar por estar el disco dañado porque "ya le había dicho al cliente que no había problema". Al final, de cara al cliente lo de siempre: jefes buenos, empleados muy malos... En fin, un asquito.

No hubiese costado nada tener algunos discos dedicados a ese fin, pero allí a veces parecía que se vendían hasta las bolas de pelusa y las arañas... ¡Al fin libreeeeeeeee!

Erkemao dijo...

Siempre la misma historia en todos lados, con los mismos protagonistas. Los vencedores los jefes y algunos clientes (no siempre los clientes ideales), y los perdedores los pringadillos y algunos otros clientes , que merecían mejor trato. En fin, podemos recordarlo a la vez que nos hemos librado de ello.

Anónimo dijo...

Esta nota es para clientes:

Los datos son TUYOS y tuya es la responsabilidad de no perderlos. A mí ni remotamente se me ocurriría tener una única copia de todo el trabajo de 2 años.

Por ejemplo, un pico de tensión en la corriente eléctrica se puede cargar un disco duro ¿luego qué, le lloras a la empresa eléctrica?

Be paranoid my friend

Erkemao dijo...

jajaja, anónimo, buena nota,pero seguro que ya sabes que los clientes al final van a intentar convertir su problema en el tuyo (de ahí que los técnicos estemos entre dos fuegos: los clientes que nos intentan hacer culpables de sus problemas y los jefes que nos intentan hacer culpables de cualquier problema).
Gracias por comentar.
Saludos.