Todo empieza años atrás, antes de ser miembro de esta pesadilla. Según me explicó mi jefe en algunas ocasiones, al principio la empresa se dedicaba a la jardinería. Ahora se puede ir entendiendo un poquito más lo de la S.A. , que recalcaba y recalcaba el gerente, que no era una S.A. (¿Qué sentido tienen las mentiras absurdas? I). Fruto de esa dedicación, permanecieron en el almacén gran cantidad de focos de jardinería, fuentes de cobre, tubos, tuercas, reductores y materiales para regadío de diverso tipo. No recuerdo muy bien donde estaba todo eso cuando hice las prácticas, pero el caso es que lo tuvimos que mover de lugar y ordenar. A partir de aquí, el éxodo de los focos es digno de la mayor de las hazañas épicas. Dependiendo de la temporada y de las "alucinaciones" de mi jefe, ese equipamiento subió, bajó, se desplazó y volvió a subir, a bajar y a desplazarse una y otra vez. Seguramente más de una fuente se mareó con tanto trajín. Cuando en el año 2001 nos cambiamos de local, volvieron a moverse, y a lo largo de los siguientes años continuaron pasando del suelo a las estanterías y de las estanterías al suelo y de un sótano a otro.
09 diciembre 2006
Los focos de jardín o el nuevo mito de Sísifo
Todo empieza años atrás, antes de ser miembro de esta pesadilla. Según me explicó mi jefe en algunas ocasiones, al principio la empresa se dedicaba a la jardinería. Ahora se puede ir entendiendo un poquito más lo de la S.A. , que recalcaba y recalcaba el gerente, que no era una S.A. (¿Qué sentido tienen las mentiras absurdas? I). Fruto de esa dedicación, permanecieron en el almacén gran cantidad de focos de jardinería, fuentes de cobre, tubos, tuercas, reductores y materiales para regadío de diverso tipo. No recuerdo muy bien donde estaba todo eso cuando hice las prácticas, pero el caso es que lo tuvimos que mover de lugar y ordenar. A partir de aquí, el éxodo de los focos es digno de la mayor de las hazañas épicas. Dependiendo de la temporada y de las "alucinaciones" de mi jefe, ese equipamiento subió, bajó, se desplazó y volvió a subir, a bajar y a desplazarse una y otra vez. Seguramente más de una fuente se mareó con tanto trajín. Cuando en el año 2001 nos cambiamos de local, volvieron a moverse, y a lo largo de los siguientes años continuaron pasando del suelo a las estanterías y de las estanterías al suelo y de un sótano a otro.
08 diciembre 2006
Los peligros del garaje III
En el último episodio pudimos apreciar el enrarecido ambiente que se adueñaba del lugar. Hoy haré mención, entre otros, a la lucha contra las carcasas. La carcasa de un ordenador es la caja que contiene al resto de elementos. Cuando usted adquiere un equipo informático, le entregan una torre en la cual hay botones, disqueteras, posavasos, digo CD-ROM, grabadoras y DVD ;), ranuras para tarjetas de memoria... Hace tiempo que no trabajo con ellas, debido a que en 2004 mi empresa se cargó mi departamento y raras fueron las ocasiones en que tuve que reparar PC alguno. Cuando comencé en 1998 de forma profesional, tuve que encararme con muchas de ellas. La razón es que demasiadas carcasas tienen bordes cortantes, acabados no muy perfectos, metales de soporte muy flexibles... lo que se traduce en cortes en las manos por todos lados. Recuerdo que en las épocas de mayor trabajo tenía prácticamente todos los dedos sajados. No podías trabajar con guantes porque era imprácticable, y a veces se carecía de espacio para manipular las tarjetas y dispositivos. A diferencia de un coche, en el que el motor suele ocupar la mayor parte del volumen destinado a él, en una torre de ordenador, gran parte de las veces hay mucho espacio vacío, pero hay algunas en que no es así. En esos primeros tiempos solía usar reloj, hasta que al final me quedé sin un par de ellos debido a los roces y que era un incordio estar quitándotelo y poniéndotelo cada dos por tres. Eso me hizo más libre respecto al tiempo y desde entonces no he vuelto a usarlo. Como ya habíamos comentado, mi empresa inclumplía sistemáticamente todas las medidas de seguridad e higiene. Había un "botiquín", por decir algo, que con el paso de los años alojaba menos útiles.

Un par de compañeros se dedicaban a la reparación de monitores, y para ello, los tenían que abrir y desarmar, dejándo a la vista los circuitos electrónicos. Había que tener cierto cuidado, puesto que si tropezabas cerca y caías sobre alguno de aquellos armatostes podías ser rápidamente "chamuscado" por unos 20.000 voltios. Como eran aparatos grandes, los compañeros iban ocupando paulatinamente su mesa y la de los alrededores, de forma que me vi muchas veces con la mía llena de monitores y trabajando como podía en una esquina o en el suelo. Claro, al jefe le daba igual que trabajaras en el suelo o en el aire. Era más molesto sobre todo cuando tenías que bregar en tales posturas debido a que se estaba arreglando un televisor o video del gerente o de algún amigo suyo.
07 diciembre 2006
Los peligros del garaje II

Nos habíamos quedado en los escalones fluctuantes de la escalera que conducía a la parte alta del taller. Nuevos peligros acechaban en ese espacio. La escalinata tenía forma de L, siendo el brazo mayor la primera parte del recorrido y el brazo pequeño la última. Justo al salir de éste lo primero que nos encontrábamos era una de las mesas construídas tiempo atrás por mi compañero de prácticas y yo. Antes, ese lugar sólo era ocupado por cajas vacías, basura y fauna endémica. A la izquierda, la escalera realizaba un giro de 180 grados y seguía ascendiendo unos tres peldaños más... Después, sólo había vacío, puesto que habían quitado todas las traviesas que permitían acceder al siguiente piso del inmueble. La curiosidad nunca me conminó a saber que existía más arriba. Se podía llegar a través del armazón principal de la escalera, aunque sólo una caída limpia me separaba del desastre. Comprobando la diversidad de especies animales que pululaban en la parte habitada, no había razón para llevarse un susto descubriendo lo que corría sobre nuestras cabezas.

En las épocas de limpieza (asociadas a los alumnos en prácticas) era posible desplazarse por aquel falso piso sin tropezar demasiado. Anchos eran los accesos entre mesas de trabajo y reparaciones y entre estanterías y zonas de acumulación de materiales y aparatejos diversos. Naturalmente, a medida que pasaba el tiempo, estos pasajes se hacían cada vez más imprácticables a consecuencia de la gran cantidad de monitores, torres, impresoras, cables, cajas, embalajes, etc. que se dispersaban por doquier.

(continuará ...)
06 diciembre 2006
Resuelto problema de Explorer con las columnas

Actualizado el 19/10/2011. Estos problemas se daban en la antigua plantilla.
La Constitución*

Como el derecho no es lo mío, he ido leyendo los artículos ordenadamente. Ahora plasmaré en este pergamino virtual, algunos de los que he encontrado adecuados a la temática de este blog, que principalmente versa sobre el tema laboral. Espero me permitan la licencia de resaltar algunos textos, los cuales aluden de una manera más explícita a las circunstacias que inspiran este diario.
Artículo 7
Los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales contribuyen a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.
Artículo 18
1. Se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.
Artículo 28
1. Todos tienen derecho a sindicarse libremente. La ley podrá limitar o exceptuar el ejercicio de este derecho a las Fuerzas o Institutos armados o a los demás Cuerpos sometidos a disciplina militar y regulará las peculiaridades de su ejercicio para los funcionarios públicos. La libertad sindical comprende el derecho a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección, así como el derecho de los sindicatos a formar confederaciones y a formar organizaciones sindicales internacionales o a afiliarse a las mismas. Nadie podrá ser obligado a afiliarse a un sindicato.
2. Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La ley que regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad.
2. Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La ley que regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad.
Artículo 35
1. Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.
2. La ley regulará un estatuto de los trabajadores.
Artículo 37
1. La ley garantizará el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios.
2. Se reconoce el derecho de los trabajadores y empresarios a adoptar medidas de conflicto colectivo. La ley que regule el ejercicio de este derecho, sin perjuicio de las limitaciones que puedan establecer, incluirá las garantías precisas para asegurar el funcionamiento de los servicios esenciales de la comunidad.
Artículo 40
2. Asimismo, los poderes públicos fomentarán una política que garantice la formación y readaptación profesionales; velarán por la seguridad e higiene en el trabajo y garantizarán el descanso necesario, mediante la limitación de la jornada laboral, las vacaciones periódicas retribuidas y la promoción de centros adecuados.
Sería interesante que cualquier lector, independientemente de su status laboral, comentara que le parece esta lista: si es completa, incompleta, arrogante, humilde, parcial, imparcial... Asimismo me encantaría que nos pudieran explicar cual es el espíritu de estas normas y como las complementa el Estatuto de los Trabajadores.
* Fuente: Congreso de los Diputados
** Según la Real Academia Española:
* Fuente: Congreso de los Diputados
** Según la Real Academia Española:
leedor, ra. | ||
1. adj. desus. lector (ǁ que lee). Era u. t. c. s. |
05 diciembre 2006
Los peligros del garaje

04 diciembre 2006
Los chantajes de los clientes

Una mañana de sábado se encontraban dos de los pringadillos del turno de tarde (y de mañana los sábados) comenzando sus labores. Era temprano, el reloj aún no marcaba las 9. Se recibe una llamada. Un conocido cliente está al otro lado del aparato. Las órdenes eran muy simples: "ayer hablé con tu jefe y me dijo que iban a venir hoy por la mañana a mi casa a arreglarme el ordenador". Nos preguntamos y ninguno de los trabajadores sabía nada al respecto. Claro, no le podíamos decir al cliente que no sabemos nada y poner en duda su palabra. Le estaríamos llamando mentiroso, y claro, siendo un cliente conocido e "idolatrado" por el jefe... no sería muy prudente contradecirle. Táctica de escapada, le digo:" sólo somos dos, estamos acabando cosas y no podemos salir de la empresa, porque no podemos cerrarla". Respuesta del cliente: "a ver, a mí tu jefe me dijo que hoy por la mañana me iban a arreglar el ordenador, en mi casa". Le seguimos insistiendo, y le aconsejamos que traiga el ordenador a la empresa o que venga a recoger a uno de nosotros para llevarle. Respuesta del cliente:"el ordenador se tiene que arreglar en mi casa y yo no puedo ir a recoger a nadie. Tu jefe me prometió que un técnico vendría aquí por la mañana". Imposible discutir con él. Según lo que he contado fechas atrás, la palabra de cualquiera era infinitamente más poderosa que la de los empleados pringadillos. Como mi compañero no conducía lo tuve que llevar yo. Cerramos la empresa y pusimos un cartel advirtiendo a posibles clientes que la empresa no estaría disponible al público esa mañana. Después de dar unas vueltas sin encontrar el domicilio de esa persona, al fin damos con él. No se trataba de su ordenador personal. Se trataba del ordenador de su hijo. Por alguna razón, que ahora permanece en las tinieblas de mi memoria, nos tuvimos que quedar los dos a arreglar ese equipo. La empresa cerrada a cal y canto. Se pasó el turno de trabajo y directamente nos fuimos para casa. Todo el fin de semana tensos con esto. Yo pensaba: "el lunes va a haber problemas".
Llega el lunes por la tarde. Nos reincorporamos al trabajo. Lo primero que nos dicen es que han llamado clientes quejándose de que la empresa estaba cerrada el sábado. Más acojonadillos que otra cosa comenzamos a trabajar hasta que llegó el jefe unas horas más tarde. Nos pregunta por el fin de semana y le decimos que el cliente X nos llamó y nos conminó a desplazarnos a su casa para arreglarle el ordenador al hijo.

03 diciembre 2006
La cesta de Navidad

Siempre antes de estas fiestas, empezaban a correr rumores sobre la falta de solvencia de la empresa, que había problemas económicos, que llegábamos justos a final de año, etc... tengo mi opinión al respecto, porque había cosas que luego veía y no encajaban para nada con esos rumores. Consecuencia de ellos era que nadie se extrañaba de que no hubiera cesta en Navidad. Ni cesta, ni turrones, ni polvores, ni peladillas... ni un simple caramelo de a peseta. Esto ocurrió desde que empecé, que éramos 7 trabajadores incluyendo al gerente, hasta cuando fuimos casi 20. Entiendo que cuando trabajábamos pocos, los rumores pudieran ser ciertos, pero si luego empiezas a contratar y hacer cantidad de obras... ¿tienes problemas económicos? La empresa tendría sus razones y no voy a entrar a juzgarlas. En el año 2002, si no me equivoco, que es cuando nos cambiamos al euro, el jefe tuvo el detalle de darnos una bolsita de aquellas en la venían muestras de todas las monedas, hasta un valor de 2000 pesetas. Creo que ha sido la única dádiva que hemos recibido, al menos en mi caso.
02 diciembre 2006
Tu coche es el coche de la empresa IV

h) La empresa pone a disposición de los empleados plazas de aparcamiento para sus vehículos.
h1) Circunstancia 1: el trabajador agradece el gesto de la empresa, pero resalta que no se trata de una ventaja particular, sino que afecta a todos los miembros de la organización, independientemente de si ofrecen o no sus vehículos para el servicio de la empresa.
h2) Circunstancia 2: el trabajador hubiera deseado que ese desembolso hubiera sido incorporado a su nómina, ya que hubiera servido para costear los gastos ocasionados por el uso intensivo de su propiedad, así como hubiera permitido aumentar la cobertura de su seguro de automóvil (hubiera, hubiera, hubiera, hubiera).
i) El trabajador cansado y estresado lleva el coche de la empresa al taller de reparaciones, dejándose accidentalmente un destonillador eléctrico de más 5 de años de antigüedad y que no funciona, y un cable de red usado de 30 cms, dentro del vehículo. Valor de ambos elementos: nada o menos.
El lunes siguiente, a primerísima hora, recibe una bronca tremenda delante de todos sus compañeros y es acusado de no cuidar la propiedad de la empresa y que ese tipo de actuación equivale a robar, es decir, que es un ladrón. Sí, el mismo que les escribe estas palabras y que no cobraba las horas extras, estaba trabajando todo el día, usaba su coche a beneficio de la empresa, cobraba un sueldo paupérrimo, recibía broncas de clientes y proveedores porque su jefe se escondía de ellos, el mismo que era amenazado por clientes y que llegaba a casa y se ponía con su ordenador y su teléfono a buscar información para resolver problemas al día siguiente y que además se pasaba las noches en vela, que ponía dinero de su bolsillo cuando la caja no cuadraba porque su jefe les hacía jugadas chungas con las facturas y la caja, y no quería que le acusaran de delitos absurdos en la jornada venidera. El mismo que en ese preciso momento tuvo unas ganas inmensas de reir y reir oyendo tales majaderías. Por favor, con estos argumentos... ¡ quién me puede negar que la vida es bella!

Tu coche es el coche de la empresa III

a) Una vez, durante un desplazamiento, le hice un mísero roce a la furgoneta. Tan tan tan leve, que no se veía sino buscando con profusión*. Estaba todo alterado... pensando que me había metido en un buen lío. Toda la noche sin dormir, y al final resulta que no era ni el primero ni el último que había recibido el vehículo, pero claro, cuando estas a tope de estrés y tienes un jefe que te busca las cosquillas, cualquier detalle te deja trastornado.
b) Años más tarde, un compañero, para esquivar un golpe, se salta un bordillo y arranca uno de los embellecedores del coche. A efectos prácticos no tiene importancia. Recoge la pieza caída, de forma que no se pierda. Poco tiempo después, el jefe, busca con ahínco al profanador del vehículo y le exige que lo arregle, de manera que se lo lleva al garaje de la empresa y le da las herramientas para que lo repare. Conclusión: empleado evita que la empresa se quede sin vehículo, se rompe algo, y el empleado es quien tiene que arreglarlo, porque la empresa no posee un seguro adecuado.
c) Entretanto, un familiar del gerente usa el coche para sus prácticas de conducir, abolla el coche sensiblemente. No ocurre nada.
d) Entretanto, un familiar del gerente, disfruta del uso del vehículo, de tal manera que hay días que el automóvil no está en la empresa, con lo cual los trabajadores tienen que usar sus propios transportes o esperar a que le devuelvan el de uso común, y que como se ha comentado no se remuneraba adecuadamente. No hay responsabilidades.
e) Jefe: "Tienen el coche hecho una mierda. No lo limpian. Está todo sucio y yo tengo que cogerlo para ir a mi casa de la playa y da pena ir en él". Responsabilidades: empleados zainos rehusan sus obligaciones, dejando una propiedad de la empresa en mal estado.
e1) Situación paradójica 1: el jefe deja el coche lleno de tierra y salitre cada fin de semana, pero eso no supone ninguna responsabilidad, es el trabajador el que se tiene que hacer cargo de su limpieza.
e2) Situación paradójica 2: el empleado "pone a servicio de la empresa (sin cobrar)" su vehículo, de manera que siempre lo tiene inmundo e indecente, hasta para sacar a su novia o su familia de paseo y además no lo puede limpiar en horas de empresa ( a pesar de que se pasa todo el día trabajando) porque eso sería un "robo" a la organización. Sin embargo, el currante tiene la obligación de tener impecable un vehículo que no es suyo, que muchas veces no puede utilizar y que además ensucian otros.
e2) Situación paradójica 2: el empleado "pone a servicio de la empresa (sin cobrar)" su vehículo, de manera que siempre lo tiene inmundo e indecente, hasta para sacar a su novia o su familia de paseo y además no lo puede limpiar en horas de empresa ( a pesar de que se pasa todo el día trabajando) porque eso sería un "robo" a la organización. Sin embargo, el currante tiene la obligación de tener impecable un vehículo que no es suyo, que muchas veces no puede utilizar y que además ensucian otros.
f) Los empleados, ya que usan el transporte de la empresa, deben responsabilizarse de los cambios de aceite, visitas al taller y desplazamiento a la I.T.V. (Inspección Técnica de Vehículos). Los trabajadores no lo hacen con el rigor debido, siendo recriminados por el gerente.
f1) Situación paradójica 1: el vehículo es utilizado no sólo por los miembros de la empresa, sino también por el gerente y algún familiar para uso personal. Las responsabilidades por lo tanto, deben ser compartidas.
f2) Situación paradójica 2: el empleado lleva su coche (vehículo que usa la empresa) al taller y llega tarde a trabajar, con las consiguientes indirectas por parte de la empresa, debido al "horario flexible autoproclamado" del currante.
* Según la Real Academia Española
profusión. | ||
(Del lat. profusĭo, -ōnis). | ||
1. f. Abundancia en lo que se da, difunde o derrama. | ||
2. f. Prodigalidad, abundancia excesiva, superfluidad. |
01 diciembre 2006
Tu coche es el coche de la empresa II


El tema todavía da para un poco más, así que el próximo día contaré algunos pros y contras.
30 noviembre 2006
Tu coche es el coche de la empresa

En los primeros años de curro no tuve que hacer uso de mi coche, sino en contadas ocasiones. Como trabajaba de puertas para adentro, no salía demasiado a clientes en la calle. Solamente cuando a final de la jornada, había que llevar algún equipo nuevo o dejar algún ordenador en una empresa, el jefe me decía que terminara antes y que lo llevara, con la falsa apariencia de que iba a ser mejor para mí. Se suponía que iba con tiempo y que como acabaría antes, llegaría más temprano a mi casa. Prefiero no hacer comentarios al respecto en este momento, otro día me desquitaré con ganas ;-)
La empresa era dueña de un vehículo nuevo, que adquirió a los pocos meses de empezar a trabajar yo. El problema principal era el siguiente: había más técnicos de campo que vehículos, por lo tanto la mayor parte de las veces el empleado tenía que utilizar su automóvil para poder atender a los clientes. Usar los transportes públicos no era una solución óptima. Se supone, que por esta prestación, la empresa ofrecía un pago, por llamarlo de alguna forma. Esta remuneración consistía en unas 2.000 pesetas al mes, 20 euros después. Claro, tampoco te podías pasar usando el coche, porque no te compensaba, y el exigir más dietas no era bien visto por la empresa. Para evitar altercados y roces, así como venganzas, como que te aguantabas un poco. Cuando volví a pasar al turno de mañana sobre el año 2001/2002 el uso de mi vehículo era diario y constante. La retribución la misma. Esto significa que tu coche está siempre lleno de cables, de basura, de papeles, de cajas, destornilladores, plásticos, etc... que lo tienes que limpiar tú en tu casa, no en la empresa, porque te podían echar una bronca.

29 noviembre 2006
Algunas cosas buenas

Otra situación que se producía era que llegaras tarde a trabajar. No te solían decir nada, al menos directamente la mayoría de las veces, pero con ciertas indirectas y trabajos forzados sí. No se echó a nadie por esta razón. Aunque claro, si te pegas currando desde las 8 de la mañana hasta la 1 de la noche (que no te pagan) a ver que jefe tiene "huevos" de decir algo. Disculpen mi crudeza lingüística. Esta noche los términos vienen a mi cabeza un poco rebeldes.
Otro detalle que teníamos en los primeros tiempos, era la posibilidad de irte a merendar media hora. Luego la empresa estimó que eso era un abuso por parte de los trabajadores, y por tal razón, se creó un consejo inquisitivo sancionador, que perseguía con afán cualquier movimiento del puntero del reloj superior a 15 minutos.

Otro beneficio del que disfruté era la posibilidad de ponerte enfermo y no tener que justificar la ausencia, al menos, en los primeros años. Luego el tema fue por otros derroteros. También es cierto que la mayoría de las veces iba a trabajar con fiebre, tos, vómitos o diarrea, y salvo algunas escasas ocasiones, no se me dijo: "vete a tu casa que das pena". Así que dejaremos esto, al igual que las anteriores, como ventaja compensada.
Otra circunstancia favorable era el horario teórico. De 35 horas. Pero como ya hemos visto, en la realidad nunca pude disfrutar de él, bueno sí, disfrute de un salario de 35 horas ;). Luego, tuve la posibilidad de ingresar en el club de los afortunados de la mañana, y de esta manera, tenía un horario casi de funcionario. Pero vuelvo a insistir, sólo en la teoría. Para mí, al menos, la práctica siempre fue muy diferente.
Algunos compañeros pudieron gozar de estas prebendas, por tanto, es justo decir, que la empresa también tenía sus buenas cosas.
Si se me ocurre algo más lo comentaré en otro post.
Otra circunstancia favorable era el horario teórico. De 35 horas. Pero como ya hemos visto, en la realidad nunca pude disfrutar de él, bueno sí, disfrute de un salario de 35 horas ;). Luego, tuve la posibilidad de ingresar en el club de los afortunados de la mañana, y de esta manera, tenía un horario casi de funcionario. Pero vuelvo a insistir, sólo en la teoría. Para mí, al menos, la práctica siempre fue muy diferente.
Algunos compañeros pudieron gozar de estas prebendas, por tanto, es justo decir, que la empresa también tenía sus buenas cosas.
Si se me ocurre algo más lo comentaré en otro post.
28 noviembre 2006
El día que vino la policía

Sábado por la mañana. Día, mes y año ignorados en la memoria. Cualquier sexta jornada de la semana comprendida entre finales del Año de Gracia de Nuestro Señor de mil novecientos noventa y nueve o del año dos mil. La fecha de por sí ya auguraba un final apocalíptico. Encontrábanse dos miembros del turno de los pringadillos de la tarde (y de los sábados por la mañana) entretenidos en sus quehaceres profesionales. Sólo una orden turbaba la supuesta cotidianidad de esa fecha...
Pocas semanas antes. A un cliente (amigo del jefe, por supuesto) se le entrega un ordenador nuevo. Su característica más importante: dispone de grabadora de CDs. El equipo es entregado conforme a lo estipulado.
El interesado abona una fracción de la cantidad total. El resto será sufragado más adelante. Hechos fundamentales: grabadora y pagar sólo una parte. Nota de interés: el coste de cada CD virgen era prohibitivo. Perderlos sin más, suponía una merma financiera apreciable.

Semana del suceso: el cliente no está satisfecho con el PC que se ha llevado. Su interés primordial, la grabadora de CDs, es reacia a ofrecer los resultados esperados. No graba ni con cincel y martillo. El cliente muestra claros signos de desesperación e irascibilidad contenidas. Reacciona con contundencia aún a bajos niveles de presión.
Viernes (un día antes): el equipo en cuestión se encuentra en la empresa para ser
reparado. No está terminado. Hay diferencias entre el gerente y su "amigo". Se llega a una especie de ultimatum. El sábado el cliente pasará a recoger el ordenador y lo quiere listo. Se emite la siguiente orden al turno de los pringadillos: "mañana el cliente X vendrá a recoger su equipo, si no lo paga, no se le entrega". El turno de los pringadillos recoge el edicto, ignorante de las consecuencias. El gerente, que en las últimas semanas solía aparecer todos los sábados, delibera irse de la ciudad. La cobertura defensiva ha decidido dejar al frente a su suerte.

...Sábado (día de autos). La jornada empieza tranquilamente. Ningún cliente perturba la paz del local. Ningún teléfono rompe el relajado quehacer de los currantes. Hacia las 10 de la mañana, un cliente sortea la puerta de entrada, y se dirige hacia una de las mesas que hay al fondo. Detrás, sentado, se encuentra realizando gestiones y atendiendo el teléfono, un empleado. Este trabajador responde al pseudónimo de "Er Kemao" en estos momentos y en esta publicación.
El cliente, denominado X, saluda, se presenta y manifiesta su deseo de retirar el supuesto ordenador arreglado. El empleado expresa su conformidad y aclara al interesado que tiene que depositar el resto del pago pendiente. Éste pasa de blanco a rojo chillón (nunca mejor dicho) en cuestión de décimas de segundo. Una propiedad camaleónica sorprendente, sólo superada por el inspector de hacienda de la película "La cena de los idiotas", cuando toma el vino. El cliente ,visiblemente enojado, muestra su indignación ante tal petición argumentando que ese PC no funciona y hasta que no lo vea funcionando no está dispuesto a desembolsar cantidad alguna.
El pringadillo ante tal actitud, responde que es un simple peón que acata órdenes de poderes fácticos superiores, que le han encomendado la tarea de preservar el ordenador a toda costa. Y que sólo un caballero de guante blanco bien provisto de abundante peculio podría acceder a divino tesoro. El cliente envuelto en un halo de ira, arremete con reforzado ánimo, gesticulando y haciendo aspavientos en una especie de danza infernal. El empleado acorralado en su silla sortea cada nueva estocada como buenamente puede, mientras decide si usar como defensa un clip o una goma de borrar. Después de unos minutos de encarnizada batalla, el cliente toca retirada, al comprobar que el castillo es imposible de tomar. Silencio. No se oye ni el zumbar de las moscas. Ni el crepitar del plástico en las papeleras. Sólo silencio. Los compañeros hablan de la aventura que acaban de vivir...


...Sábado, día de autos (20 minutos después). Dos personas cruzan la puerta. Delante, con una sonrisa maligna perfilada en sus labios, el cliente iracundo; detrás, un agente del orden.
El interesado señala al currante y exclama: "¡Este es!". El trabajador suspira viendo lo que se le viene encima y piensa: "¿para qué me habré levantado esta mañana?". El policía interroga al empleado y le pregunta que es lo que ocurre. El pringadillo, que no se lo cree, responde que el caballero había venido a retirar un ordenador, pero que no podía puesto que no había satisfecho las cantidades adeudadas. El gris agente mira detenidamente al trabajador y luego, de similar forma, al interesado... y piensa: "¿ qué c*** hago yo aquí?". Fiel a su cometido, el alguacil solicita la documentación al pobre e indefenso pringadillo, con el pretexto de que tiene que anotar el altercado. El trabajador entrega su carnet de identidad visiblemente afectado, pero colaborador. Se toman los datos oportunos. El agente del orden invita al perturbado y furibundo cliente a seguirle si quiere redactar una denuncia. El colérico interesado le sigue descompuesto y sin ordenador.
Silencio. Silencio. "¡Me c*** en todo lo que se arrastra!" proclama a grito pelado, el informático.

Silencio. Silencio. "¡Me c*** en todo lo que se arrastra!" proclama a grito pelado, el informático.
Minutos después... ringgggg, ringggggg... Hola, soy el jefe, te llamaba para saber si ya había venido el cliente X (voz de circunstancias, como si le dices a un cochino que pase por la puerta, pero no le dices que es para el matadero).
Respuesta: Sí, ya vino (o te pensabas que eran unos Boys Scouts vendiendo galletas). Jefe: "¿y qué pasó?" (como si no lo supiera). Le explico los detalles y me dice: "¡no sabes cuanto lo siento!, la verdad que no pensaba que se comportara así, y eso que es amigo mío". ¿Sientes habernos dejado solos a disfrutar de esta preciosa mañana, mientras te largabas lo más lejos posible? ¿no pensabas que se comportara así pero pusiste los pies en polvorosa? ¿amigo? ¿con amigos como este quién necesita enemigos?.
Con este argumento se podría escribir un libro titulado: "Cómo corrí a esconderme del cliente asilvestrado" o "X, ¿dónde está mi ordenador?" Hasta Hollywood filmaría una película. ;-)

Con este argumento se podría escribir un libro titulado: "Cómo corrí a esconderme del cliente asilvestrado" o "X, ¿dónde está mi ordenador?" Hasta Hollywood filmaría una película. ;-)
No se vayan, aún hay más. Una de las muchas razones que me impulsó a escribir este diario, fue la indignación por sucesos como el narrado y de como reaccionó mi jefe. Todavia me hierve la sangre al oir sus palabras el lunes siguiente, cuando volvimos al trabajo.
Palabras que repetiría años más tarde cuando le increpé por su conducta en este jaleo. Palabras como: "De verdad que lo siento un montón. Perdona. No sabía que fuera a ocurrir". Siempre pienso en ello como si alguien te tira por un barranco, y cuando te ve allí roto, te dice jovial y alegremente: "lo siento", "perdona, fue sin querer".
Más aún me queman sus otras palabras: "eso que me hizo mi amigo", "¿cómo pudo hacérmelo a mí?", "eso que tuve que aguantar". Tristemente mi jefe recurre al victimismo como salida a sus agravios, ultrajes y humillaciones. Como le dije en una bonita reunión de 5 horas: "no te lo hizo a ti, me lo hizo a mí y tú no estabas para evitarlo. De hecho, me pusiste delante para que no te pasara".

Más aún me queman sus otras palabras: "eso que me hizo mi amigo", "¿cómo pudo hacérmelo a mí?", "eso que tuve que aguantar". Tristemente mi jefe recurre al victimismo como salida a sus agravios, ultrajes y humillaciones. Como le dije en una bonita reunión de 5 horas: "no te lo hizo a ti, me lo hizo a mí y tú no estabas para evitarlo. De hecho, me pusiste delante para que no te pasara".
27 noviembre 2006
Irregularidades en las nóminas II

A lo largo de aquellos primeros años en la empresa, a parte de los citados mini sueldos y las retenciones misteriosamente desaparecidas (un atento visitante me ha resuelto esta duda. Para más detalles ver los comentarios de la pasada entrada "Irregularidades en las nóminas I" ), hubo otra anomalía importante en las nóminas. Como digo, en el caso de éste que escribe . Sé que lo eran también para la mayoría de los compañeros, porque hubo reuniones y negociaciones con la empresa para arreglar ese "desliz".
La circunstancia a la que me refiero es el salario base y los complementos**. Disfrutábamos de unas nóminas en las cuales sólo figuraba el salario mínimo interprofesional (S.M.I.) como percepción salarial. El resto del sueldo, y que podía llegar a ser alrededor del 40% del mismo, estaba formado por partidas en el apartado de "percepciones no salariales". Estas remuneraciones eran: transporte, dietas, complemento salarial y desgaste de herramientas. Más tarde apareció la "dedicación exclusiva", la cual abordaré con pasión en otra entrada. Evitando todo el vocabulario técnico, el cual me cuesta comprender, ¿qué significaba la distribución de conceptos en la nómina? Simple y llanamente, que estaba en una posición sensible respecto al paro y la seguridad social. ¿Por qué? La prestación por desempleo se calcula básicamente en función de las cantidades que figuran a la izquierda de la nómina. Cuanto menos tengas, menos cobras. Se agradecería que alguien lo aclare, puesto que yo me pierdo en estos temas. Si te quedas parado y tienes muchas facturas que pagar, si ya de por sí te costaba llegar a final de mes, en esta situación, no llegas ni a la primera semana. Si a esto le añadimos el agravante de que la empresa te paga poco, no te paga las horas extra y tu jefe se ahorra mucho dinero haciendo las cosas así, más que irregular, deberíamos llamar a la situación: "enrehostiante". Si además tenemos en cuenta que el gerente se queja constantemente de que ocasionas perjuicios económicos a la empresa; se produce un déficit de términos en el diccionario para expresar la indignación que genera tales hechos.

* Desde mi punto de vista ni todos somos ángeles ni todos somos demonios. De esta forma, cuando hago una puntualización sobre el empresariado, no trato de hacer una generalización, que por lo demás sería injusta puesto que ni tengo los conocimientos ni los elementos de juicio suficientes para hacer tales afirmaciones. Cada empresa, cada trabajador, cada momento y cada relación es diferente. Lo que sí expongo es mi opinión en función de mi experiencia laboral en la empresa X y respecto a la empresa X en el periodo de tiempo X. En este contexto es válida la expresión figurativa que propongo.
** En la foto que se adjunta, correspondiente a mediados del año 2000, se observa que como concepto salarial sólo figura el "sueldo base", que es de 70.000 pesetas. El resto del sueldo se remunera mediante varios conceptos no salariales como transporte, desgaste de herramienta, etc... Estos apartados constituyen el 40% de la nómina. Hablamos en términos brutos. En caso de despido, la prestación por desempleo sería paupérrima.
** En la foto que se adjunta, correspondiente a mediados del año 2000, se observa que como concepto salarial sólo figura el "sueldo base", que es de 70.000 pesetas. El resto del sueldo se remunera mediante varios conceptos no salariales como transporte, desgaste de herramienta, etc... Estos apartados constituyen el 40% de la nómina. Hablamos en términos brutos. En caso de despido, la prestación por desempleo sería paupérrima.
Irregularidades en las nóminas I



Los siguientes años ya no hubo sobresaltos en este tema, pero todavía tardaría tres años más para conseguir ganar 720 euros, para lo cual, y como contaré, hice varios miles de horas extras no pagadas. Recuerdo las decenas de veces que clientes que me encontraba por la calle, o en el propio trabajo me decían: "Tú que eres informático debes ganar un montón". La realidad, era/es que no. Pasábamos muchas horas trabajando, pero no teníamos un gran sueldo. Los informáticos que ganan un salario apropiado son los menos.
* Hablando en términos netos (lo que sirve para comprar lentejas, pagar las facturas y ponerle gasolina al coche).
Uno de los visitantes del blog me ha aclarado el tema de las retenciones a cuenta del I.R.P.F. que misteriosamente desaparecían y que yo no entendía el porqué. La exposición está en los comments de esta entrada.
Uno de los visitantes del blog me ha aclarado el tema de las retenciones a cuenta del I.R.P.F. que misteriosamente desaparecían y que yo no entendía el porqué. La exposición está en los comments de esta entrada.
26 noviembre 2006
La comida de Navidad

Mi jefe y la Navidad no se llevaban muy bien. Ignoro las causas. Lo que no ignoro es que si a ti no te gusta algo, no vayas fastidiando a los demás para ser protagonista. Este era el caso del gerente. No podía dejar de pasar desapercibido, puesto que pensaba que eso era una merma de su autoridad. Lo lamentable era que elegía los peores momentos para hacerse notar. De esta manera, su crédito en vez de quedar reforzado, quedaba menoscabado. No ganaba aprecio con sus polémicas acciones. Esto quedará fielmente reflejado en las tarjetas y felicitaciones de navidad. Pero vayamos por partes.
A lo largo de las 8 Navidades que me tocó sobrevivir en aquel lugar, nunca tuvimos una comida o cena Navidad a cargo de la empresa. De hecho, la entidad debería haber acuñado o patentado la expresión: "ni una **** peladilla". No digo que invitara a una opulenta comida, repleta de ricas viandas y manjares, ni siquiera que compartiera unos caramelos o unos polvorones, ni siquiera que ofreciera un café de máquina de 50 céntimos... Definitivamente, no obsequió ni una sóla peladilla.
Vale, no es una obligación de la empresa. No tiene porque hacerlo, al menos que yo sepa, pero los pequeños grandes detalles marcan la diferencia. La diferencia entre un líder a seguir o un líder a repudiar. Si venías arrastrando discrepancias a lo largo de todo el año, estos pequeños gestos pueden ayudar a limar esas desavenencias; por el contrario, si lo que haces es fomentarlas, acabarás consiguiendo que los empleados se distancien del administrador y de la empresa. Otra razón importante es la ingente cantidad de horas extras que realizábamos y ya que la empresa "no era capaz" o no quería pagarlas, por lo menos que se marcara un detalle.
En alguna ocasión quedamos algunos compañeros para ir a comer, pero por nuestra cuenta. Como el descontento era generalizado y no sólo hacia la empresa, sino que bullía entre los propios integrantes de la organización, no conseguimos tener una verdadera unión entre todos. Una pena, desde luego.
25 noviembre 2006
Las críticas al jefe se pagan

Siete años antes: compañero Z: "...estas placas base que están trayendo son una mierda, no dan más que problemas...", jefe: "Z, coge ahora mismo y me traes para dentro del almacen todas las cajas de monitores que hay en la entrada, y me cambias de sitio todas las fuentes y farolas (comentaré en otra ocasión el equipamiento de jardinería)".

Cinco a seis años antes: compañero Z: "estas placas base que están trayendo son una mierda, no dan más que problemas", jefe: "Z, ahora mismo abres todas las cajas de todas las carcasas que hay en el almacen y le pones el logotipo de la empresa", compañero Z:" para mañana hay que sacar tres equipos nuevos para una empresa, con todo instalado, y las placas están dando problemas", jefe: "¡¡¡ te digo que abras todas las cajas de todas las carcasas del almacen y le pongas el logotipo!!!".
Otro de los aspectos conocidos de mi jefe era/es su total repudio a las críticas. No toleraba que nadie le objetara lo más mínimo. Si alguien tenía ese desliz, acababa siendo seriamente reprendido. Directamente no te lo decía, pero los trabajos forzados que te obligaba a realizar después de abrir la boca, eran probado argumento de su colérica venganza. Llegaba a ser tal su irracionalidad, que comprometía la viabilidad de la empresa con tal de reafirmarse como jerarca absoluto e incuestionable. Sus ideas o acciones, según su opinión, eran no sólo las mejores y más correctas, sino que cualquier oposición o discrepancia se traducía en un escarmiento ejemplar.

En este sentido, no pongo en duda que las decisiones que un gerente toma se deban respetar por parte de los trabajadores, pero considero que un jefe inteligente debería escuchar las razones de sus empleados, y mucho más en cuestiones técnicas, las cuales no vive o de las cuales no tiene muchas nociones. Los trabajadores que experimentan día a día nuevas situaciones, controlan en gran medida que aspectos son beneficiosos y cuales no para el buen hacer de la empresa. Tratándose de mi jefe, y como decimos en mi tierra: "échale de comer aparte". Era capaz de tirarse (y tirarnos) al abismo, con tal de quedarse con la última palabra en todo.
Las anécdotas que abren esta entrada, le sucedieron a un compañero que tenía la desdicha de decirlas en el momento menos indicado y el infortunio de que el gerente las oyera. Lamentablemente, cuando la empresa abrió los oídos fue demasiado tarde, y aún así, sabías que una chispa de rencor brillaba en sus ojos cada vez que se sentía criticado.
Otro de los aspectos que comentaré cualquier día, es el oportunismo de mi jefe. La capacidad de aparecer cuando dices o haces algo inadecuado.
Otro de los aspectos que comentaré cualquier día, es el oportunismo de mi jefe. La capacidad de aparecer cuando dices o haces algo inadecuado.
24 noviembre 2006
La californiana

Una de las anécdotas que recuerdo con cariño, fue la de una chica que vino para arreglar el ordenador. Yo estaba en la parte alta de la tienda-garaje. La mesa donde arreglaba los equipos miraba directamente hacia la puerta de entrada, de tal forma que podía ver a todo el que entraba caminar hacia las mesas de atención que quedaban justo debajo de mí. Percibí una sombra que se acercaba a la puerta, y por ella apareció una imagen celestial. Era una chica rubia de ojitos claros, con una sonrisa enorme y una cara de simpática tremenda. Vamos, clavada a las chicas de las teleseries y de las películas de adolescentes, creo que sólo le faltaba la tabla de surf. Yo, que en aquel momento sufría mal de amores, no pude por menos que quedarme prendido de esa visión. Y mientras mi hipnótizada mirada seguía sus pasos... una nube oscura empezaba a ensombrecer la puerta. Se trataba de su padre. Un hombre grande y con cara de pocos amigos. Avanzaba con firmeza y parsimonia cual guerrero invencible en una batalla épica. Se detuvo a pocos metros de nosotros, miró hacia arriba y una bofetada invisible me golpeó haciéndome retroceder dos pasos. Hay miradas que matan, y esta en concreto decía: "¡qué c*** miras!" Era un cliente de muchos años . Todas las veces que tratamos con él tanto en el pasado como en el futuro, hubo problemas X-D Vi, de nuevo, a la chica cuando salió por la puerta, perfectamente custodiada por su guardián. Después, no la volví a contemplar nunca más, y si regresó en alguna otra ocasión, no coincidió que yo estuviera. Pero desde luego que me alegró el día.
¿Qué sentido tienen las mentiras absurdas? II

En resumen: mi jefe no contaba la verdad para temas irrelevantes (no quieran imaginar para temas importantes), adornaba la realidad con fantasías y cuando se veía cogido in fraganti, reconducía su discurso intentando aseverar que tú eras el que se equivocaba.
Si recuerdo alguno de estos engaños absurdos en el futuro, le dedicaré una entrada, porque seguramente les hará reir ;)
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