Después de dedicarnos al acondicionamieto de nuestro entorno de trabajo, llegó la hora de fabricarnos las herramientas. Jajaja, ¡como lo oyen! Nos trajeron unas planchas de contrachapado, que tuvimos que cortar para montar tres mesas. Nos dieron unas patas y unos tornillos y ya teníamos nuestras mesas para poder trabajar y "aprender". Claro, el resto de la empresa también tenía su nuevo espacio y mesas para trabajar. !O se creen que todas las mesas eran para nosotros! Luego, nos hacia falta energía. Uno de los chicos de la empresa trajo un cable desde la parte de abajo. Donde estabamos, no había llegado la luz desde tiempo inmemorial. Nos dijo como montar unas regletas para poder enchufar varios cables, y esa fue nuestra tercera práctica. Además pusimos o colaboramos en la colocación de lámparas de tubos fluorescentes. Así pasaron un par de semanas, partiendo desde cero habíamos conseguido un espacio habilitado para hacer unas prácticas en condiciones... o no.
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