Tu primera idea de unas prácticas, cuando terminas el Ciclo de Administración de Sistemas, es precisamente eso: configurar equipos en red, montar redes, configurar dominios, etc... a parte de conocer también hardware y software en general, pero sobre todo, a lo que te quieres dedicar. En nuestro caso nos dedicamos a comprobar todo el material viejo que había en la empresa. Placas amontonadas por doquier, decenas y decenas de módulos de memoria de todo tipo, disqueteras, monitores, discos duros... es decir, toda la basura que quedaba y que serviría para entretener a dos chavales durante bastante tiempo. A parte de comentarnos algunas cosas (pocas) para aprender, sólo salimos en un par de ocasiones para hacer trabajo de redes y en configuraciones básicas. Durante esas salidas, la mayor parte del tiempo lo utilizamos cargando los equipos, monitores e impresoras y mirando al técnico. Habitualmente, no haciamos nada, exceptuando algunos ordenadores que ensamblamos y algún otro que arreglamos. Montamos un equipo con piezas viejas para instalar un Linux, algo que sabíamos hacer nosotros, pero en la empresa nadie tenía idea. Cuando hablábamos con otros compañeros de clase y les decíamos que estabamos arreglando 286s, cuando lo que había en la calle eran Pentium II, se echaban las manos a la cabeza. En cualquier caso yo aprovechaba para aprender todo lo que pudiera, por poco que fuera. De hecho llegué a ir hasta en días que para mí (como estudiante) eran vacaciones.
Puesto que los técnicos de la empresa estaban muy ocupados y no había trabajo que hacer, hablamos con el jefe de la empresa para hacer nuestro horario de 8 a 4, en vez del turno partido que teníamos. Era una manera, de por lo menos atenuar la tomadura de pelo que estaban siendo las prácticas. La empresa accedió con reticencias, pero poco después...
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