03 noviembre 2006

Preámbulo

Antes que nada, y tal y como digo en la cabecera del blog, esta es la historia de un quemado. Y usted dirá: "No, por favor, ¡otro tipo contando sus miserias laborales, no!". Jajaja, hay que tomárselo con más alegría. Nos divertiremos, lloraremos y alucinaremos con lo que voy a contar.
Esta idea me empezó a rondar por la cabeza hace bastante tiempo y por fin me decido a plasmarla. Trata sobre cosas que pasaron a lo largo de unos ocho años. De lo que me acuerdo y de lo que puedo contar.
Dudo mucho que sea leída más allá de algunos amigos y algún despistado que caiga por aquí. A todos ,¡bienvenidos!.
Pretendo que sea sobre todo una autocrítica, pero también una denuncia. ¿Por qué? Simplemente por el hecho de que si no estás atento, no tratas de conocer tus derechos y hacerlos valer, no eres crítico con lo que te dicen y no te pones en tu lugar, puedes acabar muy mal por causa del trabajo.
No soy el primero, ni el que peor lo ha pasado, ni siquiera el que ha vivido situaciones más absurdas y esperpénticas, pero si usted o tú que lees estas palabras, tienes una vivencia similar, espero que te sirva de algo. A mí cuando menos, me va a servir de terapia.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola acabo de descubrir tu blog al darlo de alta en mi directorio.

Me gustan este tipo de blogs donde la gente cuenta sus peripecias en el trabajo y ahora estoy empezando a leerlo desde el principio (despues de leer alguno de los post nuevos), pero me gustaría saber un par de cosas para ponerme en situación:
-Ya no trabajas en ese sitio?
-Si la respuesta es NO, como aguantaste 8 años!!!?

Un saludo y animos!

Erkemao dijo...

Hola, gracias por incluirme en el directorio y haberte tomado un rato para leer el blog. Por cierto, ¿qué directorio es? (me he dado de alta en varios) ;)
A la primera pregunta, la respuesta es NO. Esa empresa cerró y se supone que no existe. Esa es una de las razones por la cual empecé a escribir el blog.
La segunda es una muy buena pregunta. Creo que ni yo mismo la sé contestar. En un primer momento yo no me daba cuenta del esfuerzo que realizaba ni de las condiciones en las que estaba, tenía un problema emocional y para olvidarlo me volqué en el trabajo. No soy ambicioso, pero era joven y quería progresar, tener mejor sueldo, más conocimientos... porque mi profesión me gustaba mucho. Por otro lado vengo de una familia donde la vida de mis padres ha sido muy dura, y en cierto modo tenía que aguantar y ser tan fuerte como ellos. Pasados unos 5 años y medio, creo que ya odia a mi empresa y a mi trabajo, cuando me estaba dando cuenta de lo que había hecho y soportado todo ese tiempo y veía las injusticias con otros compañeros (tanto positivas como negativas). En ese punto concurrieron dos facetas: orgullo y gilipollez. Si me iba, perdería todo por lo que había luchado y me había esforzado todo esos años (y era mucho, te lo puedo asegurar) y dejaría que mi jefe ganara e hiciera lo que había hecho con otros compañeros: "te aburro y te largas tu sólo". Simplemente no podía abandonar, mi orgullo me lo impedía, y fui tan gilipollas como para continuar, además internamente anhelaba, que a esas alturas, se reconociera mi trabajo. Por otro lado también era tan gilipollas como para querer ser perfecto (veía que compañeros llegaban, subían y se largaban y yo seguía igual, por lo cual pensé que yo no era lo suficientemente bueno y por eso no mejoraba), tenía que cumplir todas las obligaciones (aún fuera de lo que debería hacer), que nadie me pudiera reprochar nada y menos mi jefe. Me metí en mi propia trampa. Así transcurrirían otros 3 años más que fueron peores que los anteriores por otras circunstancias, que ire exponiendo en el blog.
¡Guau, que ejercicio de introspección! :)
En fin, es una pregunta que yo mismo me he hecho muchas veces y esta es la respuesta que en este momento tiene más validez, pero aún así, seguro que hay cosas que me dejo. Por eso el blog es básicamente una autocrítica.
Gracias por comentar.
Saludos.

Anónimo dijo...

Mas que un comentario te ha salido otro post! :P

Ya estoy acabando noviembre...a ver que pasa!

La verdad es que he vivido situaciones parecedias (por no decir iguales), pero repartidas en varias empresas!

Pero bueno, lo mejor de todo es lo que has aprendido (y no solo tecnicamente).

Un saludo que te sigo leyendo!

PD: El directorio es http://directorio.de-mas.net

Anónimo dijo...

Yo también empecé como terapia, Kemado. Y con un objetivo similar al tuyo. Yo sabía que teníamos que ser varios los de las anécdotas disparatadas. Esto confirma la teoría de que debe ser similar en todos lados. Sólo varían matices pero es básicamente igual eso de los jefes y las empresas.

Seguiremos profundizando.

Erkemao dijo...

Cebolla, sí, seguro que somos muchos. He visto algunas peripecias de otros currantes, casi siempre informáticos, que dan para hacer unas cuantas películas de risa, terror, drama... Esta claro que algunos empresarios prefieren romper a los obreros antes que a las máquinas. Pasa lo mismo en todos lados.

Lara dijo...

Acabo de caer aquí, no sé ni como. Me parece que me voy a quedar un rato leyendo tus vivencias porque por lo que he podido ver, seguro que resultan cuanto menos entretenidas,aunque para ti no lo fuesen en ese momento.

He venido al primer post porque me apetecía ver cómo empezaste todo esto.

Un saludo.

Erkemao dijo...

Hola Lara, ¡Bienvenida! Citando el título de una canción de Alice Cooper: "Welcome to my nightmare" ;
Gracias por tu interés y espero que te entretengan la anécdotas. Hay de todo un poquito.
Saludos.

Guillo dijo...

Hola Erkemao, vuelvo a leer el primer paso de un largo camino de relatos de tu historia. 8 años, de tanto aguante y tomaduras de pelo, de que se enriquezcan a costa de empobrecer a los empleados pero principalmente a uno que se a quedado hasta el final. Que ha dado todo pese a todo lo que le pasaba, a veces el destino hace jugadas malditas y pone en un corral de lobos a un cordero digno de estar en otro lugar. Un cordero que tuvo que mostrar los dientes no solo para mostrar su dignidad y entrega hacia una empresa con cierto jefe que carecía de capacidad y tenía abundancia de lo contrario para el trato de empleados, administración y trato con clientes. Este es el comienzo de un largo camino de relatos, esperemos que lo disfruten y se sientan identificados como lo hice yo.

Saludos

PD: Si no se conocen los derechos y no se hacen cumplir prácticamente no se los tiene es como si no existieran. Te pasan por arriba de la manera más vil, en este blog hay muchos ejemplos de eso.